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  • domingo, 21 de mayo de 2017

    Fan Fic: Mil Ojos


    Continuamos con la avalancha de fics sobre los orígenes de la Black Fairy, puesto que el 6x19 dejó la mayor parte de su historia a la imaginación. Esta vez el escritor del relato es nuestro seguidor Fiyero.

    Reino de las Hadas. Hace mucho tiempo...


    Era por la tarde en el Reino de las Hadas, donde habitan estos maravillosos seres. Como cada vez que llegaba la primavera, un hada nueva nació de una flor. En este caso, la flor era un jazmín, por lo que la recién nacida era de color blanco. 

    —Te estábamos esperando —dijo Blanca—. Vaya, perteneces a mi grupo además. Pensábamos que la nueva hada vendría de un carmín.

    —Hace ocho primaveras que no me nace una nueva —se quejó Roja—. Al final se me va a olvidar cómo hacer de institutriz.

    —Pues creo que la próxima vez nacerá una azul; he visto un lirio bastante crecido —respondió Blanca.

    —Y hablando de azules, ¿dónde está Reul Ghorm?

    El hada azul apareció justo detrás Roja. Venía acompañada de un cortejo de cincuenta hadas que volaban a su alrededor dejando hermosos destellos. Ella era la institutriz del grupo mayoritario, pues cada tres primaveras nacía un hada azul sin falta. 

    —Apartad, apartad. Dejadme ver a la pequeña. —dijo Reul Ghorm acercándose a la flor. El hada no era para nada pequeña, pues todas nacían con un mismo tamaño y lo conservaban eternamente, ya que no podían crecer ni envejecer. Sin embargo, sí que nacían sin madurez, por lo que las institutrices se encargaban de enseñarles las reglas del Reino de las Hadas.

    —Es de las mías —dijo Blanca.

    —Pero, ¿cómo es posible? Las cuentas no salen, debería ser azul —dijo Reul Ghorm casi enfadada.

    —La próxima primavera será. Esta vez ha nacido roja. Además, tu grupo es el mayoritario, ¿para qué quieres más componentes?

    La nueva observaba la conversación sin hablar, mirando de un lado a otro. Lo mismo hacían el resto de hadas.

    —La próxima primavera será. Vámonos —indicó a su cortejo. Todas se fueron volando y desprendiendo de nuevo su característico destello.

    Las hadas rojas y blancas se quedaron a solas. Roja miró con tristeza los lirios. Todos estaban altos y azules, mientras que las rosas y los claveles tenían un color bastante apagado y se encontraban casi marchitos. ¿Tenía Reul Ghorm razones para estar enfadada? Ella sí que se encontraba en desventaja. Tenía el cortejo más pequeño, pues se había visto obligada a desterrar a treinta hadas el verano anterior. Treinta conspiradoras que planeaban quitarle el puesto de institutriz. ¿Había algo más doloroso?


    Storybrooke. Días antes de la batalla final:


    El hada oscura se adentró en el bosque. Allí, en el pozo, era donde su vieja amiga la estaba esperando. 

    —Pensaba que no te encontraría. Gracias por buscarla, Gideon.

    Gideon se encontraba junto a una figura alta y oscura, toda vestida de negro. Sus cuernos la hacían reconocible desde lejos. En la mano portaba su característico cetro con forma de dragón.

    —No esperaba que los rumores fueran ciertos. ¿Cómo has conseguido salir del Mundo Oscuro?

    —Me subestimas, Maléfica. ¿Acaso no soy yo el hada más poderosa?

    —Si te subestimo, quizás es porque llevas siglos encerrada allí. No creo que a Reul Ghorm le agrade verte. ¿No temes que vuelva a desterrarte?

    —¿Crees que la mosca puede siquiera despeinarme? Eso ocurrió hace mucho tiempo. Además, se encuentra dormida. 

    Maléfica se sorprendió. No creía que nadie fuera capaz de dejar dormida al hada más primitiva. Desde que Úrsula y Cruella la resucitaron, había intentado no toparse con ella. De cualquier modo, Regina y Emma habían conseguido hacer de intermediarias y tenían un pacto de no agresión. Mientras se dedicara a pasar el tiempo tranquilamente con su hija, Reul Ghorm no se enfrentaría a ella. Maléfica ya estaba cansada de venganzas y discordias, por lo que había preferido quitarse de en medio y recuperar el tiempo perdido con Lily.

    —¿Para qué me has llamado?

    —La batalla final se acerca. No sé si esos rumores te habrán llegado, como te pasas el día encerrada por miedo a la mosca…

    —A mí no me intimida nadie. Y menos Reul Ghorm. Así que el día se acerca… Gracias por avisar, procuraré buscar un lugar seguro en el que Lily y yo estemos a salvo —dijo girándose para irse.

    —¡No me des la espalda, Maléfica! —gritó el hada oscura. Gideon extendió su mano y preparó una bola de fuego, pero su abuela le dio indicaciones para que se calmara. Maléfica no era una enemiga.

    —Me he pasado siglos desterrada en la Montaña Prohibida y años viendo cómo mi mayor enemiga disfrutaba de la infancia de su hija. Décadas intentando que mi maldición se cumpliera. Una maldición que se rompió por un beso de amor. Cuando por fin disfrutaba de la compañía de mi mascota, ya apartada de todo, la maldita Regina lanzó tu dichosa maldición oscura y me tuvo veintiocho años encerrada en forma de dragón. Emma me atravesó con la espada y Garfio me toreó como quiso. Me he pasado toda la maldición separada de mi hija. ¿Crees que me apetecerá estar aquí cuando la batalla final llegue? 

    —Necesito tu magia.

    —¿Tú? Utiliza la tuya. ¿No llevas siglos entrenándote en el Mundo Oscuro?

    —La magia de hada no sirve para mi tarea. 

    —¿Qué me dices de tu nieto? —dijo mirando a Gideon.

    —Lleva sangre de hada en sus venas. ¿Crees que soy tan idiota? Si pudiera usar su magia, ya lo habría hecho.

    Maléfica se dio cuenta de que su vieja amiga llevaba razón: había propuesto algo absurdo.

    —No voy a ayudarte, prefiero estar tranquila.

    El hada oscura levantó su mano con intención de ahogar a Maléfica, pero esta fue más rápida. Apoyando su cetro en el suelo, consiguió lanzar un destello que tiró al hada oscura y a Gideon de espaldas.

    —Ten cuidado, Fiona. No tienes tu varita y yo sí tengo mi cetro. 

    —Vigila muy de cerca a tu hija. Quizás sea ella quien me preste su magia.

    Maléfica se acercó y señaló al hada oscura con su cetro.

    —Ponle un dedo encima y verás que lo que te hizo Reul Ghorm no fue nada comparado con lo que yo soy capaz de hacerte. 

    El hada oscura soltó una carcajada. Consiguió levantarse y extendiendo el brazo tiró a Maléfica al suelo.

    —Los tiempos han cambiado, Maléfica. Y yo también. Pero seré clemente. Si no quieres participar, no voy a obligarte. El día de la batalla final veremos si te beneficia no posicionarte. No voy a tocar a Lily, pero dime una cosa, ¿hay alguien más con magia oscura en Stroybrooke?

    El hada oscura se acercó a Maléfica y se agachó para oírla bien. Al mismo tiempo, empezó a ahogarla.

    —Dame alguna pista.

    —Oz —dijo casi sin respiración. 

    —Bonito mundo —sonrió—. Vámonos, Gideon. ¿Conoces a alguien que venga de Oz?

    —Por supuesto.

    El hada oscura y Gideon se esfumaron dejando un humo negro. Maléfica se levantó y, tras retomar su aspecto de ciudadana de Storybrooke (pues ya no necesitaba impresionar a nadie), caminó despacio hacia casa. 

    Reino de las Hadas. Hace mucho tiempo

    Aquella noche Roja casi no pudo dormir. Estaba completamente segura de que la siguiente primavera nacería un hada azul y serían ya nueve ocasiones en las que no nacía ninguna de las suyas. Se refugió en su carmín y trató de conciliar el sueño. 

    A la mañana siguiente, Reul Ghorm llegó muy amable.

    —Reul Dearg, tengo una buena noticia. 

    —No hace falta que me llames por mi nombre de hada, Azul.

    —Bueno, ¿qué más da? Lo importante es que tienes un nuevo ahijado. No te nacen hadas, pero este ya es el cuarto que se te asigna este año, ¿eh?

    Los ahijados se asignaban según el día en que nacían. Si la luna estaba menguante, le tocaban a Roja. Sin embargo, solo algunos afortunados tenían hada madrina. O, más bien, desafortunados, porque eran aquellos que, por circunstancias del destino, necesitarían la ayuda de un ser mágico en el futuro. El brillo regresó a sus ojos. Es cierto que no tenía hadas a las que enseñar, pero al menos podía hacer el bien entre los humanos. 

    —Nacerá esta noche en el Bosque Encantado. Blanca se ha ofrecido a acompañarte. 

    —¿Tú vendrás también?

    —No, yo tengo que ir a Oz. He de llevar una profecía.

    —¿Qué profecía?

    —Eso solo incumbe a las brujas que gobiernan allí, las hadas no debemos inmiscuirnos. 

    —Hace mucho que no voy a Oz, no están naciendo niños allí. ¿Quién gobierna actualmente, por cierto?

    —No las conozco a todas, pero sé que el norte lo tiene Mombi. Prepárate para esta noche, algo me dice que va a nacer un niño muy especial.

    Reul Ghorm se fue volando y, a medida que avanzaba, miraba orgullosa los lirios. Estaba segura de que la primavera siguiente le tocaría a ella tener a una nueva aprendiz.

    La noche cubrió de negro todas las flores y las hadas partieron hacia sus respectivos destinos: Azul fue a Oz, mientras que Roja y Blanca se dirigieron al Bosque Encantado. Para ello, fueron primero a la zona de las puertas, que, más que puertas, eran flores. Allí había decenas de plantas que permitían al acceso a los mundos. Así, Azul se perdió entre el diente de león y las otras dos lo hicieron entre las hojas de la margarita.

    A pesar de ser primavera, aquella era una noche fría. Llovía mucho y Roja y Blanca tuvieron que cubrirse con un hechizo. Blanca indicó el camino y llegaron hasta una pequeña cabaña de madera perdida en medio del bosque que años más tarde le resultaría muy conocida a la guía. Ambas se asomaron a la ventana y pudieron distinguir a una mujer recostada sobre una cama que gritaba mientras paría. Tenía su mano agarrada a la de un hombre cuyo rostro no podía dilucidarse. Las hadas no podían influir en los partos, así que aguardaron hasta que el niño estuvo fuera. Entonces, cuando ya su madre lo tenía en brazos y lloraba de alegría, las hadas tomaron un tamaño humano y llamaron a la puerta, presentándose como campesinas. No querían impactar a aquellos mortales en un momento tan especial. El hombre abrió.

    —¿Qué desean? —preguntó a las campesinas, que llevaban el rostro cubierto por la capucha de la túnica.

    —Necesitamos cobijo. Salimos a coger fresas silvestres y nos ha alcanzado el temporal, ¿podríamos resguardarnos?

    El hombre miró dudoso hacia su esposa, que asintió con la cabeza. En cuanto le vio bien la cara, Roja quedó completamente prendada de él. Luego pidieron ver al bebé y la madre lo dejó en brazos de su hada madrina pensando aún que era una campesina común. El hada lo observó y pronto se dio cuenta de que la criatura había nacido deforme. Viendo que los padres no se habían percatado, quiso ocultarlo con el fin de no entristecerles la noche y, para no usar magia en él, prefirió taparle la cara con la manta. El hombre fue por delante a la habitación para mostrarla a las campesinas, pero Roja se quedó un poco atrás y, con un golpe de varita, durmió a la madre para que descansara. Al día siguiente recibiría la amarga noticia. 

    —No necesitamos cama —dijo Blanca—. Nos iremos en cuanto amaine. 

    —No me sentiría bien si dejara a dos campesinas solas por el peligroso bosque en una noche como esta. Pueden colgar sus túnicas aquí. Por cierto, no nos hemos presentado: yo soy Malcolm.

    —Blancanieves —se inventó Blanca evocando el invierno.

    —Rojaflor —mintió Roja pensando en la primavera.

    Las hadas decidieron quitarse las túnicas, pues no había nada de malo en mostrar su rostro. Así, Roja dejó al descubierto su pelo negro y Blanca su larga melena dorada. El hombre encendió la chimenea y estuvieron charlando durante horas. Roja cada vez se sentía más atraída por sus bromas y su sonrisa, hasta que Blanca decidió que había llegado la hora de irse.

    —Creo que debemos partir. Está amainando y pronto amanecerá —dijo levantándose de la silla. Además, hoy debe de haber sido un día duro para Malcolm, seguro que está deseando irse a la cama.

    —Deberían quedarse un poco más —propuso el anfitrión.

    —Yo también lo creo —sonrió Roja. Ambos se lanzaron una mirada cómplice.

    Storybrooke. Días antes de la batalla final

    El Hada Oscura y Gideon aparecieron en una casa abandonada de Storybrooke. Olía a polvo y humedad y tenía algunas telarañas. Era evidente que nadie vivía allí. 

    —Aquí podremos hablar tranquilos. Ahora dime, ¿quién es esa bruja de Oz?

    —Creía que lo sabías, madre. 

    —Llevo siglos encerrada en el Mundo Oscuro. La última vez que oí algo sobre Oz gobernaba allí una bruja llamada Mombi.

    —La hechicera que está en Storybrooke es Zelena, la hermana de la Reina Malvada que lanzó tu maldición. 

    —¿Es poderosa? —preguntó dubitativa.

    —Sí, más que su hermana.

    —¿Y cuán oscura es su magia?

    —Tengo entendido que bastante. Sometió a los Munchkins durante años y tuvo a tu hijo como prisionero con la daga. Se pasó mucho tiempo buscando una manera de viajar en el tiempo para cambiar el pasado y evitar que su hermana naciera.

    —Suficiente. Su magia nos valdrá. Ya tengo una visita que hacer mañana —sonrió maliciosamente—. Ahora, vámonos a dormir —dijo girándose.

    —Ten cuidado, madre.

    —¿Por qué?

    —Es muy poderosa.

    El hada oscura soltó una carcajada.

    —¿Crees que una bruja común supone una amenaza para mí?

    —Maléfica se mostró bastante segura.

    —Maléfica no es una bruja común —dijo con un tono amargo.

    Reino de las Hadas. Hace mucho tiempo

    —Debo irme y tú también.

    Tras mucha insistencia, Blanca consiguió que Roja se levantara y saliera con ella. Se despidieron y, cuando estaban a solas, Roja habló con ella.

    —Tengo que quedarme, Blanca. El niño ha nacido deforme y temo que mañana en cuanto su madre se despierte y descubra su rostro lo rechace.

    —¿Y cómo vas a evitarlo? Además, ya lo han visto y no he notado ningún gesto de sorpresa.

    —No les ha dado tiempo a distinguirlo, pues nosotras llamamos de inmediato a la puerta. Luego dejé a la madre dormida con un toque de varita y el padre ha estado hablando con nosotros sin prestar atención a la criatura. Vete tú, tengo que volver a entrar.

    Blanca obedeció y Roja llamó de nuevo a la puerta. Escuchó el llanto del bebé, que se despertó por el sonido que provocó el puño del hada sobre la madera.

    —¿Has vuelto? —Malcolm había pasado a tutearla de repente.

    —No quiero irme con este temporal. He decidido quedarme a dormir.

    Malcolm acunó al niño y luego la invitó a la habitación, donde hallaron una sola cama. Empezó a acariciarle le cara y Roja no se pudo resistir. Tras besarle los labios fue a por el cuello y al final se tumbaron en la cama. Roja se desnudó y Malcolm pasó a acariciarle las piernas. Ella sabía que su esposa estaba durmiendo plácidamente y a él no le importaba que lo descubrieran, así que no tuvieron ninguna prisa. 

    Por la mañana Malcolm se despertó y fue a ver a su esposa, pero seguía dormida.

    —Cariño, despierta.

    Sin embargo, la mujer no respondía. Estaba tan débil tras el parto que un simple toque de varita descuidado le había arrebatado la vida. Roja pronto se dio cuenta de su crimen, pero optó por callarse. Ahora temía que el padre rechazara al bebé cuando descubriera su rostro. El hombre siguió besando a su esposa, pero esta no se despertaba. El bebé comenzó a llorar y Malcolm lo cogió. Cuando le quitó la manta del rostro y se paró a fijarse en su rostro, enloqueció.

    —¡Un monstruo! —exclamó con la furia que le había provocado la muerte de su esposa, que lo había abandonado para traer al mundo aquella aberración.

    —¡No es un monstruo, es tu hijo! —gritó el hada.

    —¿Cómo pude no haberme dado cuenta anoche? La oscuridad no me permitió distinguirlo.

    —¿Qué clase de padre eres tú, que no te paraste a ver a tu propio hijo?

    Malcolm golpeó a Roja. Esta, encolerizada, se reveló como hada.

    —Tú no mereces cuidar de esta criatura. ¿Qué futuro le espera a tu lado, si acabas de rechazarlo por su físico?

    —¡Llévatelo lejos, no quiero verlo!

    —Eso es lo que voy a hacer. Me lo llevaré adonde tú jamás puedas encontrarlo. Volveremos a vernos algún día, Malcolm, y para entonces espero que te hayas arrepentido de todo.

    Dicho esto, Roja cogió al bebé, lo empequeñeció junto a ella y salió volando por la ventana. Decidió que en aquel mundo cruel no habría lugar para el niño y se le ocurrió mandarlo a un lugar distinto. Un lugar en el que empezaría una vida mejor. Utilizando una habichuela mágica llegó hasta un sitio recóndito en el que se distinguía una hermosa catedral gótica decorada con numerosas gárgolas. Llovía tanto como la noche anterior en el Bosque Encantado y todo estaba oscuro. Notó pobreza en las calles, pero supuso que en aquel enorme edificio no le faltaría de nada, así que lo dejó en la puerta. Cayó un rayo y ella temía por su vida, así que subió al campanario y dobló las campanas para que alguien acudiera a buscarlo.

    Una joven gitana que estaba pidiendo limosnas en una de las puertas lo encontró. El niño lloraba.

    —Calla, chiquitín —dijo con una voz amable. Entonces empezó a entonar una dulce melodía—. Muy de mañana despierta a París la canción de Notre Dame, redoblan campanas sobre el Sena gris, suena el son de Notre Dame…

    Roja entendió que aquella pobre gitana no podría darle grandes lujos al niño, pero sí le ofrecería lo que más necesitaba: amor. Cuando vio que el niño se durmió, salió volando y volvió con otra habichuela al Reino de las Hadas. No obstante, ella ignoraba que el fato de la criatura no sería tan afortunado, pues su desconocimiento le había llevado a dejarlo en uno de los peores mundos. En cuanto ella se fue, una horrible figura con una voz oscura que salía de rezar en la catedral encontró allí a la gitana.

    —¿Qué haces durmiendo aquí? —dijo con desprecio.

    —No tengo adónde ir, su santidad.

    —¿No te da vergüenza tener a un niño en la calle con esta lluvia?

    —Es mi hijo, señor —mintió. Sabía que el juez Frollo se lo arrebataría si le contaba la verdad.

    —Déjame verlo. ¿Es niña o niño? —dijo arrancándoselo de los brazos. Se asustó cuando descubrió el rostro del bebé—. ¡Es un monstruo! No cuenta con la gracia del Señor, tenemos que sacrificarlo. Hemos de devolverlo al infierno adonde pertenece.

    —¡No! —la gitana peleó con él para recuperar al bebé, pero Frollo la empujó y cayó sobre el suelo, que se tiñó de sangre por el golpe que se dio en la cabeza—. Mañana volverás a tu sitio, bastardo —dijo mirando al niño.

    Pero su destino no era morir aquella noche. El archidiácono salió de la catedral.

    —¡Ni se te ocurra! Si matas a esta criatura inocente, serás tú quien no cuente con la gracia del Señor. Mira la sangre que has vertido a los pies de Notre Dame —dijo señalando a la gitana. La sangre se mezclaba ya con la lluvia.

    —Eso fue un accidente —dijo restándole importancia.

    —El Señor no te lo perdonará, Frollo. No habrá sacrificio que limpie este pecado.

    —A los ojos del Señor soy inocente. Él sabe que fue un accidente.

    —¿Y qué hay de los mil ojos que hay en Notre Dame? Todos los mendigos acaban de verte.

    Era cierto, los mendigos de la catedral se iban acercando tímidamente a ver qué ocurría. Frollo se vio acorralado.

    —¿Qué puedo hacer? 

    —Tu deber es criar a la criatura como si fuera tuya y defenderla con tu vida.

    —¿Cómo voy a cargar con este deforme?

    —No hay otra alternativa.

    —Está bien, pero vivirá con vosotros en la catedral. Escondedlo donde jamás sepan de él, le haréis un favor.

    —Así será, pero nada puede esconderse por mucho tiempo en París. Recuérdalo, Frollo: hay mil ojos en Notre Dame.

    En juez Frollo entró en la catedral y, ahuyentando a los mendigos, cerró las puertas. Subió la larga escalera de caracol y llegó hasta el campanario, donde dejó a la criatura. Viendo que era el primer domingo tras el de Pascua, decidió llamarlo Quasimodo, las dos primeras palabras del principio del escrito de la misa que correspondía a aquel día. No obstante, el nombre encerraba un cruel juego de palabras, pues significaba casi como: casi humano. El juez bajó las escaleras riendo a carcajadas por su macabra ocurrencia y el niño se quedó allí solo, llorando en lo alto del campanario.


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    13 comentarios:

    1. 😭😱😩. Que historia es verdad quizás no seamos ricos en dinero pero AMOR nunca le faltara a mis bebés GRACIAS por esta historia 😄

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      1. Muchas gracias!! me alegro mucho de que te haya gustado :) :)

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    2. Un fanfic muy bueno,Scandal.
      Me encanta que hayas mezclado la historia con la del jorobado de notre damme ( me quede con las ganas de ver ese cuento en la serie,sobre todo desde el capítulo 5x21-23 que salio la catedral).

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      1. Fiyero,perdona,que me he confundido con tu nick.

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      2. Gracias, Nova! No te preocupes por lo del nick. Sí, la verdad es que estaría bien que metieran la historia del jorobado en la serie, daría mucho juego y tiene peli de Disney. Hay muchos cuentos que se podrían adaptar :)

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    3. Fiyero, antes que nada, te felicito por saber cuáles son las líneas de los diálogos ^^ Parece una tontería, pero me ha llegado al alma jajajaja.
      También por tu escritura, que la veo a un nivel intermedio. Si sigues escribiendo y leyendo mucho, no me cabe duda de que, en nada, podrás tener un estilo resuelto :)

      Ya, sobre la historia, no te puedo decir gran cosa. No sé, no me ha parecido muy verosímil. Malcolm acostándose con una completa extraña la misma noche que su mujer ha dado a luz mientras esta duerme en la habitación contigua... No sé. Quizás describiendo mejor a los personajes se podría entender, pero así como lo has presentado no.
      En cuanto al hecho de que ese niño sea Quasimodo (y por ende, hermano de Ruperto) tampoco me ha encajado muy bien. ¿Es el París de nuestro mundo? ¿Es un mundo que es París del siglo XV? Además, esa parte me ha parecido demasiado caricaturesca para lo profundo que es Frollo (no digo ya en Disney, sino en la novela).

      Perdona si soy un poco duro, pero ya que he leído la historia te quería comentar y comentar bien. ¡Sigue así, como digo, leyendo y escribiendo!

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      1. Hola, Peter!
        En primer lugar, gracias por leerme. No te preocupes por ser duro, siempre viene bien tener feedback y críticas constructivas. La verdad es que escribí el fanfic en medio de los exámenes y en una época de mucho lío (es cuando más me inspiro, pero también cuando menos tiempo tengo para pensar bien y repasar), así que quizás me han podido las ganas y no he pulido la historia tanto como debería.
        Lo de Malcolm lo planteé así porque en la serie nos lo presentaron como un personaje sin escrúpulos, entonces pensaba que sí se entendería su forma de actuar.
        Respecto a Quasimodo, la verdad es que tengo un poco perdida la línea cronológica de Rumple (como casi todas). Intuyo que tiene unos 300 años, ¿no? Entonces situé la historia del jorobado en el París real de finales del XVII. Sé que en la novela original ocurre en el XV, pero, como no he dado muchos datos sobre la sociedad de la época, creo que podría cuadrar.
        Aunque no me lo hayas comentado, también soy consciente de que dejo muchas cosas por resolver, pues al final no explico quién es el hada blanca, ni por qué la Black Fairy es roja ni cómo se transforma en oscura, pero el relato estaba quedando tan largo que decidí dejarlo para otro y cortar en una escena como la del abandono de Quasimodo.
        Espero tu próximo fanfic para leerte también :)

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      2. Fiyero, me ocurre justo lo mismo. Cuando más ocupado estoy o cuando menos conveniente es que me "entretenga" escribiendo es cuando más ganas tengo o más inspirado me siento.

        Malcolm tenía una moral laxa, pero aún así, para mí, ha quedado poco verosímil. Que quede largo no debe inquietarte, mis fics son una barbaridad de largos (como te diga las páginas que tiene el final fic creo que te caes de la silla. Sólo te adelanto que es un número de tres cifras xD).

        Rumpel nació alrededor de 1811, año arriba año abajo. Tiene doscientos años. Si ese es el París de nuestro mundo se me vienen muchas preguntas a la mente xD, ¿por qué el hada seguía teniendo magia y por qué coexisten los personajes de la novela con unos "reales"? :S Ya, le estoy buscando los cuatro gatos al pie.

        De las "cosas sin resolver" no te digo nada porque intuyo que ya se resolverán xD.

        Yo te aconsejo que, si tienes tiempo, antes de escribir lo próximo que vayas a escribir, leas un libro de tu género favorito o del género del que vayas a escribir. Siempre viene bien. Yo antes de hacer los fics estuve un tiempo sin escribir y, cuando me decidí a hacerlos me metí una hartá de libros para ir "calentando".

        ¡Mucha suerte!

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      3. Madre mía, va a haber que imprimir ese fic y encuadernarlo antes de leerlo jaja. ¿Cabrá en una entrada del blog o lo vas a dividir? No lo quería hacer muy largo porque, como es el primero, temía ahuyentar a la gente.
        Pensaba que Rumpel era más viejo, es que los Two dejan muy pocas pistas. No entiendo tu pregunta de por qué coexisten los personajes reales con los de la novela, ¿te refieres a los parisinos reales? Es una pregunta muy filosófica (no sé si has leído Niebla, una novela en la que se trata este tema). Pero, si los personajes de novela no pueden coexistir con los reales, en OUAT no podrían hacer nada, porque historias como Peter Pan, Alicia o El mago de Oz también están ambientadas en nuestro mundo (aunque luego viajen a otros) y en la serie creo que viven en el mundo real (puede que me equivoque y que los Two plantearan la Inglaterra victoriana como un mundo ficticio igual que los eternos años 20, ahora me has puesto en duda).
        El hada tiene magia solo para tirar la habichuela, luego vuelve a su mundo.
        Gracias por el consejo, es cierto que debería leer más (sobre todo fantasía, un género que me entretiene mucho pero al que presto poca atención).

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      4. Eso justo le acabo de preguntar a Trish, quizás deberíamos dividirlo, aunque sea algo "fastidioso". No sé :S

        La edad de Rumpel se confirmó cuando Pan dijo que tenía 200 años y por Bae, que viajó a Londres y ya estaba construido el Big Ben (sobre 1860).

        El único Niebla que conozco es el de Stephen King xD y no sé si te refieres a ese, porque no va sobre nada de eso xD. En OUAT de nuestro mundo sólo son los Darlings, que resulta, hasta cierto punto, creíble porque eran una familia común y corriente. Alicia es de un mundo alternativo como el de Cruella, igual Dorothy.

        Ah, es que no sé por qué pensaba que el hada se había ido volando a lanzar la judía.

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      5. Aaah, cierto lo de Rumpel. Es que hay detalles que se me olvidan. El Niebla que digo es el de Unamuno (es corto y se lee muy bien, así que, si te gusta la literatura española, te lo recomiendo. Trata el tema de la realidad de los personajes e incluso plantea si es más real el personaje o el autor, así que como escritor te gustaría). Creía que los únicos mundos alternativos eran el de Cruella y el de Frankenstein. Al fin y al cabo, ¿por qué no puede Dorothy venir del mundo real? (no sé si los Two dieron una explicación para traer a Dorothy de otro mundo).
        Llevas razón en lo del hada, acabo de comprobar y digo que salió volando. Dejémoslo en que no lo hizo literalmente, digamos que salió muy rápido jajaja.

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      6. PD: Parezco los Two por Twitter arreglando las incoherencias jajaja.

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      7. Ah, pues le echaré un ojo a ese Niebla. Ahora que lo dices sí que me suena.

        Horowitz dijo esto sobre Kansas: In OUAT, Dorothy exists in a "fictional Kansas" realm, like we've seen w/other stories. Need slippers to get there and back.

        La verdad, yo tampoco sé por qué Dorothy no puede venir de nuestro mundo. Supongo que no les terminó de convencer que en la tierra sin magia hubiese ciclones, aunque, claro, luego se sacaron de la manga que sí hay magia...

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