Review del 3x01: The Heart of the Truest Believer

Como el canto de una sirena en mitad de una furiosa tormenta, llega la review del primer capítulo de la tercera temporada para guiarte y embaucarte a la vez por este mar de oscuras aguas que ha resultado ser The Heart of the Truest Believer.

Gritos de sirena:

En el Jolly Roger los ánimos parecen estar revueltos, y no tiene nada que ver con que vayan a bordo de un barco, es la condensación de personalidades quién va tomando protagonismo a lo largo de este episodio dando lugar a interesantes reflexiones. Mientras un insatisfecho Hook discurre con Regina si los villanos pueden tener un final feliz, Snow y Charming intentan reconfortar a Emma por la pérdida de Henry y Neal, que culpa a sus padres de no ser realistas al creer que el bien siempre gana, Snow le dice entonces que en el momento en que dejen de ser optimistas las cosas empeorarán. En ese preciso instante les interrumpe Rumpel que decide ir por su cuenta a buscar a Henry alegando que es imposible encontrarle en Neverland sin creer. A continuación Hook aprovecha la soledad de Emma para confesarle que pasó el suficiente tiempo con Bae como para sentir su pérdida, y hacerle entrega de la espada que se dejó en el barco. Después tiene lugar el iracundo ataque de las sirenas, que intentan hundir el barco a coletazos, Charming armado con un cañón intenta espantarlas y Snow consigue atrapar a una mediante una red con la ayuda de Emma, momentos antes de que Regina finalice el ataque a fogonazos. Pero no termina ahí la cosa, porque la sirena capturada invoca una tormenta cuya maldición hace que el mal tiempo aumente a medida que se pelean entre ellos los tripulantes del barco. Emma se percata de lo sucedido y termina con las disputas tirándose al mar para que tengan que rescatarla.

La Caza:

Tamara y Greg comienzan a darse cuenta de que el exceso de confianza en su misión puede pasarles factura cuando gracias a la intervención de Henry descubren que el walkie que supuestamente les llevaría hasta la Home Office es sólo un mero juguete. Entonces aparecen los Lost Boys para darles una horrible bienvenida, que termina con la separación del alma de Greg a manos de la Sombra, con Tamara moribunda a causa de una flecha y con la huída de Henry, que pronto encuentra ayuda en un supuesto niño perdido que le ha robado a Peter Pan el polvo de hada. Gracias a su inesperado compañero, ambos se ponen en marcha rumbo a la Cueva de los Ecos, el único lugar donde no podrán rastrearles los Lost Boys, pero encuentran en el camino un gran incoveniente, y es que termina abruptamente en un acantilado que no pueden cruzar. Henry se arma de valor entonces demostrando que posee el corazón de un verdadero creyente para utilizar el polvo de hadas, que hace que ambos chicos se eleven lentamente en el aire para poder cruzar al otro lado. Y así es cómo nuestro querido Henry termina en manos de un astuto Peter Pan que no ha dudado en comprobar si su presa era lo que realmente buscaba.

De vuelta:

  

Neal aterriza en el Bosque Encantado malherido y en compañía de un trío al que conocemos bien, Mulán, Aurora y Phillip le atienden a la vez que se enteran de que él es el padre de Henry. La princesa intenta contactar con el chico mediante los sueños pero no lo logra, por lo que Mulán y Neal se ponen en camino hacia el castillo de Rumpel cuando él les asegura que encontrará allí una solución. Durante el camino Mulán le pregunta por qué Emma nunca le mencionó, Neal le cuenta que le rompió el corazón y la dejo ir para que pudiera romper la maldición sin volver después a por ella, esto hace pensar a Mulán, que determina que su fé en el amor no fue lo suficientemente fuerte para superar su miedo al rechazo. Cuando llegan al castillo tienen un pequeño encontronazo con el ocupa que está dentro, de esta forma Neal le explica a Robin que es el hijo de Rumpel, para que él les permita echar un vistazo haciendo honor a la deuda que mantenía con su padre. Rapidamente visualizan un bastón en el suelo, que Neal reconoce por las marcas que determinaban su altura, entonces lo agita para que revele un armario oculto a la vista que contiene numerosos objetos mágicos, cuando Neal se concentra en Emma al usar la bola de cristal comprende que su amada está en Neverland.

El solitario:

Si algo nos ha quedado claro en este episodio es que nadie puede retener a Rumpel, tiene sus propios objetivos y no obedece órdenes, por lo que muchos ya sabíamos lo que iba a pasar cuando interroga a Tamara para encontrar a Henry. Para empezar ella le confiesa que ha sido engañada por Peter Pan, que está detrás de todo y que no sabía realmente para quién trabajaba, después le dice que le gritó a Henry para que huyera hasta que desapareció en la jungla. Llegado este punto Rumpel ya tiene lo que necesitaba, y no duda en arrancarle el corazón con una sonrisa en los labios, mientras ella le ruega que le perdone por lo sucedido con Neal. Un poco más tarde tiene lugar una de las escenas más interesantes del capítulo, Rumpel detecta la presencia de uno de los esbirros de Peter Pan cuando se sienta a descansar en una roca, por lo que le invita cortésmente a salir y saludar. El líder de los Lost Boys le dice que Peter Pan le da la bienvenida a la isla, que está encantado de que haya vuelto y que puede quedarse todo el tiempo que quiera... mientras no haya venido a por Henry, ya que eso le convertiría en su enemigo, y si va contra Peter Pan no sobrevivirá. Pero hace falta algo más que eso para intimidar a Rumpel, que asegura que la pregunta no es si él sobrevivirá o no, sino a cuantos de ellos se llevará por el camino. Por último hay algo que Peter Pan quiere que tenga, un muñeco de paja con una chaqueta azul del que le hace entrega el más siniestro de los Lost Boys, Rumpel se arrodilla y comienza a sollozar nada más verlo, mientras el otro sentencia: "¿No es gracioso que las cosas en las que no hemos pensado en años aún puedan hacernos llorar?"