En el Blog queremos comenzar el mes con una aventura, por eso estrenamos este
prometedor Fic centrado en la historia de Malcolm, que está escrito por Peter Pan, como no podía ser
de otra manera.
Prólogo
Érase
una vez, todos los personajes de cuento que conoces, y que vivían en un reino
encantado, donde la magia era una forma de vida. Pero en aquella recóndita
tierra, toda magia conlleva un precio.
Érase
una vez, una Reina Malvada cegada por la venganza que lanzó una poderosa
maldición y desterró a cada personaje de cuento a un lugar donde sus vidas y
recuerdos fueron robados.
Érase
una vez, un lugar sin un ápice de magia, nuestro mundo. Y cada alma está
atrapada en la ciudad de Storybrooke, Maine. Donde la Reina Malvada pone
todas las reglas, solo una persona puede romper el hechizo…
N
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uestra historia por increíble que parezca no comienza
en Nunca Jamás, sino en el Reino Encantado, en un día feliz donde se celebraba
la muy esperada boda entre Blancanieves y el Príncipe Encantador, y donde
desgraciadamente apareció un invitado indeseado que no estaba de humor para
celebraciones.
- ¡Juro que destruiré vuestra felicidad! - Gritó con
rabia Regina a los novios. - Aunque lo último que haga sea eso - Y tras lanzar
una mirada que iba más allá del odio a Blancanieves y su príncipe dio la vuelta
y volvió sobre sus pasos ignorando a los invitados que, de forma ridícula,
ocultaban su rostro para evitar mirarla.
- ¡EH! - Oyó a sus espaldas.
Se giró al tiempo que la espada del príncipe
sobrevolaba el pasillo en su dirección, pero no había de que preocuparse… Al
instante tanto ella como la espada habían desaparecido, y todos sabían que el
lanzamiento del príncipe no había sido certero.
Regina deseaba su venganza con todo su corazón, con
todo su maltrecho y oscuro corazón. Y
sabía que la única manera de lograrlo era con la Maldición Oscura
que poseía Maléfica. Por eso le sorprendió tanto que después de largos meses
desde que se rompiese la amistad entre ambas por dicho maleficio la emperatriz
del mal se apareciese ante ella.
- Te hacía descansando con tu querido unicornio en la Montaña Prohibida
mi querida Maléfica - Dijo Regina irónica al verla aparecer en su chimenea
rodeada de un humo verdoso por el reflejo del espejo- dime cuantos meses hace
de aquello ¿ocho? Si que te ha durado el rencor.
- Como te dije entonces, yo paso página, no como tú
que llevas años atascada en la misma
- Respondió Maléfica saliendo de la
chimenea y dejando un reguero de cenizas tras de sí.
- ¿A qué has venido? - Preguntó Regina molesta
mientras poniéndose en pie para estar a iguales con su invitada.
- Creo que aún te faltan ingredientes para la
maldición - Contestó Maléfica un poco burlona mientras se peinaba con la mano
de forma sutil.
- Veo que te refieres al cabello de las almas más
oscuras, en tal caso te diré que tu ya no eres una de ellas, mi espejo me
reveló que el amor que inexplicablemente ahora posees ha acabado con todo tipo
de maldad en tu interior.
- No me refería a mí - Maléfica enarbolaba su cetro y
miraba al orbe sonriente- sino al alma más oscura de todas.
- ¿El Ser Oscuro?
Maléfica se carcajeó de Regina con una risa aguda y
escalofriante que reverberó en las paredes del palacio.
- La magia del Ser Oscuro es una mediocridad
comparada con la suya, él en todo esto no es más que un siervo, y si él es un
siervo tú puedes considerarte una herramienta.
- Te agradecería que dejases de jugar al despiste
Maléfica, ambas sabemos que no hay magia igual a la del Ser Oscuro.
- Oh sí que la hay, te recuerdo que una persona le
igualó, la única persona a la que el Ser Oscuro ha temido.
Regina sabía que Maléfica se refería a su madre,
Cora. Ella había sido discípula de Rumplestiltskin tiempo atrás, quién llegó a
temerla cuando supo de la magnitud que habían alcanzado sus poderes, por ello
se valió de Regina para enviarla a otro mundo y que no molestase.
Pero aun así - Prosiguió Maléfica- Tanto la magia
del Ser Oscuro, como la tuya o la de tu madre están limitadas por vuestra
propia maldad, como la mía también lo estaba. Por eso me llevó tanto tiempo
encontrar a esa estúpida de la princesa Aurora.
Maléfica que parecía ahora
hablar más para sí misma que para Regina se sentó en uno de los sillones e
invitó a La Reina
a acompañarla.
- No entiendo a donde quieres llegar, Maléfica.
- Las tres hadas madrinas me engañaron porque yo no
entendía nada del amor, la caridad, la bondad ni de la satisfacción de hacer
bien a otros. Por eso no pude sospechar que se convertirían en tres campesinas,
que renunciarían a la magia durante dieciséis años ni que criarían a una niña
en medio del bosque. No lo sospeché y por ello tuve que deshacerme también del
principito.
- Lamento que hayas que tenido que esforzarte el
doble, pero sigo sin saber de qué me estás hablando.
- Si así es querida amiga, es que la oscuridad de tu
corazón es ya demasiado poderosa - Y al alzar su cetro apareció un tarro de
cristal que contenía unas llamas verdes en su interior - Toma esto, y si de
verdad estás dispuesta a seguir adelante, si de verdad quieres destrozar tu
propia vida para vengarte, ábrelo. - Ya se dirigía de nuevo a la chimenea - Y
recuerda Regina, puede que la maldición sacie tu venganza, pero te dejará un
profundo vacío imposible de llenar… - Sentenció finalmente la bruja mientras el
fuego se la tragaba.
La expresión de Regina era amarga y denotaba su sopor
por tener que escuchar el discurso de la y dulce y renovada Maléfica.
- ¡Espejo Mágico! –Gritó.
- Si mi reina - Respondió un rostro en el espejo en
el que se estaba contemplando antes de que llegase Maléfica.
- ¿Qué es esto? - Preguntó mostrándole el tarro con
las verdosas llamas.
- Poder, el poder más oscuro que podáis imaginar mi
reina, la esencia más maligna que existe, el poder más supremo no solo de éste
mundo, sino de todos los que otrora hubieren.
- Si ya me ha quedado claro que es muy poderoso,
ahora dime algo que no sepa.
- Entonces deberé permanecer en silencio.
- Inútil - Regina abrió el tarro y dirigió las llamas
al espejo, el rostro del que fuese una vez el genio de la lámpara desapareció.
Las llamas de las antorchas se apagaron, la luna y
las estrellas visibles desde el ventanal parecieron extinguirse bajo un manto
negro, el fuego de la chimenea se esfumó
y las únicas fuentes de luz que quedaron fueron las llamas que al espejo
rodearon.
- Espíritu de las sombras sal de la oscuridad, ven a
mí del más allá. A través de los vientos y del fuego, ¡yo te conjuro! Muestra
tu rostro. ¡Ya!
La voz que habló no lo desde el espejo sino que
parecía venir de los mismísimos muros del castillo, del suelo, del techo, el
eco la hacía omnipresente.
- Decidme que deseáis saber, majestad.
- ¿Eres tú? ¿Eres tú ese ser tan poderoso del que no
dejan de hablarme?
- Así es majestad.
- Tu nombre dime ya – Exigió saber Regina.
- Creo que no sois vos quien debéis dar órdenes, yo mando
aquí.
Regina mudó la expresión, no entendía nada. De pronto
una imagen apareció en el espejo, era ella en un carruaje seguida de toda su
guardia y de una enorme nube negra.
-¿Realmente queréis crear la maldición oscura?
- Más que nada.
- Entonces necesitaréis mi cabello, el cabello del
ser más oscuro de todos.
- ¿Por qué eres el más oscuro de todos?
- Por como conseguí mis poderes.
Silencio…
- ¿Y me darás tu cabello?
- No. Si de verdad queréis crear la maldición debéis
buscarlo, antaño con él se hizo una poción, encontradla.
- ¿Y dónde se supone que la encontraré?
- Es la poción para olvidar el amor… Su creador fue…
Rumplestiltskin…
El fuego desapareció, las luces volvieron de nuevo y
la luna y las estrellas se encendieron otra vez, pero el rostro de Regina no
cambió.
Pues tiene buena pinta. Tiene un comienzo interesante, quiero saber cómo continúa.
ResponderEliminarGracias Lydia ;) Intentaré no defraudaros.
EliminarY gracias a las chicas maravilla por publicarlo.
Y ojo que yo hasta las comas pongo con premeditación y alevosía.
MMmmm...Interesante Giro De La historia, Dearie...;D
ResponderEliminarTengo Curiosidad Por Ver Como Lo Desarrollas...;D;D;D
Pan al mando de la maldición oscura ? i like it ;)
ResponderEliminarespero el próximo capitulo :)
Gracias Claire, y gracias también a Alí. No se cuando saldrá el primer capítulo (esto es solo un prólogo) pero si os puedo dejar una pequeña sinopsis:
EliminarMalcolm es un ladino y petulante aprendiz de herrero en la ratonera de Hamelín, el joven trabaja porque cree que el único modo de aspirar a algo más es ese, y así será hasta que conozca la magia y se convierta en su obsesión.
Mientras tanto en la actualidad, Peter quiere asegurarse el respaldo de Wendy por si Henry resulta ser un hueso duro de roer, aunque para ello tenga que hacerla sufrir.
que genial, n_n
ResponderEliminaresta súper buen comienzo ya quiero ver como sigue que siendo tu el que la escribe Peter me imagino que estará increíble
ResponderEliminarEstad muy atentos chicos, porque os aseguro que la continuación del Fic no defraudará ;P
ResponderEliminarTe debo la opinión completa porque estoy muerta de sueño, pero lo leí y me encantó Peter, te mando un bes.
ResponderEliminarGracias Laura xD, otro pa ti jejeje.
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