Review del 3x09: Save Henry

No te preocupes si has sido afectado por la poción del olvido, porque ya estamos de vuelta con la review tras el parón de dos semanas para repasar los mejores momentos de "Save Henry".

Instinto materno:

Después de tres temporadas con la curiosidad en el cuerpo, este capítulo nos desvela una de las incógnitas que más ganas teníamos de resolver, cómo se produjo la adopción de Henry, que incluyó la colaboración de Gold como no podía ser de otra manera. Y es que tras degustar la satisfacción que le produce ver cumplida su venganza, Regina se siente muy sola al comprobar que no puede compartir su vida con nadie, y decide que un niño podría dar sentido a su vida en una sincera conversación que mantiene con Archie. Ilusionada, acude a Gold en busca de ayuda, él le asegura que le conseguirá un niño, pero si es lo que necesita o no está aún por ver. De esta forma Regina viaja a Boston para ponerse en contacto con la agencia de adopción, que le entrega al niño en el actor ya que sus referencias son impecables, pero de vuelta en Storybrooke la inexperta madre comprueba que es incapaz de calmar al crío, por lo que le lleva a la consulta del doctor Whale para que le haga un chequeo, el resultado es claro, diez miligramos de amor maternal para un bebé llorón. Pese a lo dicho por el doctor Whale, Regina está preocupada por la seguridad de Henry, empeñándose en conocer los datos sobre su madre biológica, tarea que le encarga a Sydney ya que es una adopción cerrada. 

Cuando descubre quién es la madre biológica del bebé y de dónde proviene, no duda en recriminárselo a Gold, que parece no recordar nada, y viendo que su venganza podría desmoronarse en un futuro si la Salvadora apareciese, decide llevar de vuelta al niño a Boston, pero una vez allí es incapaz de dejarle pese a saber que merece algo mejor, pues el vínculo entre madre e hijo ya ha sido forjado. Más tarde sabremos que Henry hubiera acabado en manos de Pan si Regina no lo hubiese adoptado, porque la familia de repuesto no eran sino los Darling.

El árbol del arrepentimiento:

En Neverland retomamos la acción tal y donde lo dejamos, con ambas madres intentando despertar a Henry que yace desmayado en la Cueva de la Calavera, con el corazón del verdadero creyente, Peter será más fuerte que nunca, pero todavía necesita algún tiempo para recuperar todo su poder, por lo que Regina envuelve el cuerpo de Henry en un hechizo de conservación para que se mantenga en buen estado mientras buscan a Pan, ¿Y quién mejor que los Lost Boys para revelarles su paradero? El único problema es que se niegan a hablar, especialmente Felix, que se mantiene leal a su jefe incluso cuando parecía que Regina le iba a torturar, pero por suerte para el grupo no todos son tan leales e incorruptibles como su líder, y cuando Emma les promete llevarles de vuelta a casa, dos de ellos le confiesan que Peter suele irse al árbol pensante cuando quiere estar solo, ante la incrédula mirada de Felix que pese a sus intentos, no logra evitar que hablen. Cuando Emma, Snow y Regina llegan al lugar indicado, no parece haber nadie, hasta que Pan llega atrapándolas en el árbol, a continuación les explica que aquel es un lugar especial para él, el sitio donde abandonó a su hijo, confesándoles también que él es el padre de Rumpel al que tiene encerrado en la la Caja de Pandora; tampoco le extraña que siendo madres tenaces hayan llegado hasta allí, pero ya sólo podrán reunirse con Henry en la muerte ya que el árbol se alimenta de los remordimientos y la desesperación impidiendo que con tales sentimientos puedan liberarse, con lo único que no contaba nuestro maligno amigo es con que Regina no los tuviese, soltándose de las ramas para recuperar del pecho de Pan el corazón de su hijo, dejando a Peter moribundo. 

Estando ya en el barco todo parece volver a la normalidad cuando sacan a Rumpel de la Caja y le devuelven su corazón a Henry para que despierte, pero momentos más tarde aparecerá Pan de nuevo para apoderarse de su cuerpo realizando un cambio de lugar del que finalmente informa a Felix con una frase singular "Peter Pan nunca falla".