Review del 2x14: Manhattan

Con un capítulo repleto de fuertes emociones volvemos a tener que despedirnos nuevamente de la serie hasta que finalice el parón. Manhattan ha sido, parafraseando a Rumpel, como un rompecabezas que ha llegado para situar algunos trozos de la historia en su sitio. Por suerte para ti, tienes algo con lo que sus protagonistas no contaban, la review del capítulo que está dispuesta para que no te pierdas detalle.

Un arma de doble filo:

Siempre se ha dicho que conocer demasiado el futuro puede poner en peligro el presente, esta afirmación nunca ha sido tan cierta como en este capítulo, donde Rumpel provoca su propia desgracia por esquivar a la muerte. Ilusionado por haber sido llamado al frente, le cuenta a su esposa que es la oportunidad que ha estado esperando durante toda su vida para poder deshacerse de la inmerecida fama de cobarde que le viene de su padre, y acude al campamento para entrenar a la mañana siguiente sin mayor dilación. Allí un superior le encomienda la tarea de vigilar una jaula que, según le dice, contiene una bestia capaz de cambiar su suerte en la guerra contra los ogros. Curioso ante la dulce voz que proviene de ella, Rumpel destapa la jaula, para descubrir en su interior a una extraña y desfigurada niña que dice tener la capacidad de ver el futuro. A cambio de un poco de agua, le revela a Rumpel que su mujer, Milha, ya está embarazada, pero que al acudir al frente dejará huérfano a su hijo antes de conocerle. Al principio él se niega a creer la predicción, pero cuando comprueba que todo lo demás revelado por ella se cumple, decide herirse la pierna con un martillo para no tener que ir al frente y que puedan enviarle de vuelta a casa. Cuando llega se encuentra con una Milha que, gracias a los rumores, está ya informada de todo, y que le dedica duras palabras diciéndole que ha condenado a su hijo a un destino peor que crecer sin padre, al de crecer como hijo suyo. Después Rumpel estrecha tiernamente entre sus brazos al recién nacido y le asegura que nunca le abandonará.

Nealfire:

Emma, Gold y Henry ya están en Manhattan, la búsqueda de Bae desemboca en una persecución que Emma se ve obligada a iniciar cuando Rumpel le dice que dará por concluido el trato si consigue que su hijo hable con él. Cuando lo atrapa, no puede creer que lo que ven sus ojos sea una coincidencia, y es que Bae y Neal resultan ser la misma persona. Con los nervios a flor de piel, ambos acuden a un bar por recomendación de Neal para poder seguir discutiendo el tema. Allí Neal le confiesa que la abandonó dejando que fuera a la cárcel por recomendación de August, que le aseguró que sino se separaba de ella jamás podría cumplir su destino, pero Emma no se fía de las palabras del hombre que le rompió el corazón y cree firmemente que todo ha sido planeado por Rumpel. Él le asegura que si algo ha aprendido de su padre, es que todo ocurre por alguna razón, y que quizás algo bueno vino de su unión, frente a lo que Emma decide hacerse la loca. Pese a sus esfuerzos por ocultarle a Henry la identidad de su padre, momentos más tarde se verá obligada a presentarle a su hijo, haciendo frente al mosqueo de éste por haberle mentido. Rumpel y Bae también tienen al fin su reencuentro cuando Neal acude voluntariamente a la cita para que su padre no haga daño a Emma, pero tal y como el primero le había dicho a Henry anteriormente, las cosas no siempre ocurren como deseamos, y tras una amarga charla, Bae se niega a perdonarle.

La daga que precisaba de mapa:

Mientras tanto en Storybrooke, Regina, Cora y Hook intentan encontrar la daga para poder controlar al Oscuro. Primero Regina acude a indagar al hospital, en el que aprovecha para hacerle una afortunada visita a Belle, que obviamente no la reconoce, y de quiEn toma prestada una carta de Rumpel tras dormirla mágicamente. Después los tres intentan encontrar la numeración de la carta en la biblioteca, pero el libro que debería estar allí, no se encuentra en su lugar, por lo que Cora, lejos de darse por vencida, inspecciona el hueco para encontrar escondido un mapa de papel cebolla. A ojos de madre e hija, da la impresión de ser un papel cualquiera con garabatos, pero a la vista de un pirata con un par de tesoros desenterrados a la espalda, es un mapa fácilmente descifrable. Por desgracia para Hook, parece seguir creyendo que Cora y Regina son sus iguales, y Cora no duda en dejarle inconsciente en la biblioteca tras realizar el trabajo sucio, antes de emprender el camino para encontrar el codiciado objeto.

Este intruso no es de fiar:

Por su parte el intruso, que sigue convaleciente, decide aprovechar el tiempo grabando con el móvil a Regina mientras utiliza magia, y lo peor es que no ha dudado ni un momento en enviarle el vídeo a la persona con la que se comunica vía email, ¿habrá sido la magia expuesta fuera de Storybrooke en el siguiente episodio?