Another Story nos traslada a un mundo donde aparecen personajes que pensamos que nunca volveríamos a ver y en el que algunos otros cuyas historias apenas empezaban, han desaparecido. Comenzamos la serie de fics escritos por nuestro seguidor Soy_Diegoquero.
Introducción
Han pasado doce años desde que lograron derrotar Regina y evitaron que la terrible maldición fuera lanzada. Ahora, una nueva amenaza viene desde el oeste y es más malvada que nunca, el peligro está en todas partes y nuestros héroes tienen que buscar la forma de solucionarlo, mientras se enfrentan también a dudas que parecen no tener explicación y huecos en sus vidas que esconden un gran secreto capaz de ponerlos en un gran dilema.
Capítulo I: La nueva reina malvada
Es lo único que deseo, por favor, por favor, por
favor…
Bosque Encantado – Castillo de los Charming
- Emma, por
favor, regresa aquí, tenemos que asistir a la coronación y aún no estás vestida
– Decía Snow mientras caminaba apresurada por los pasillos del castillo
portando un enorme vestido color crema.
- Mamá, ¿Enserio
es necesario que yo vaya? – Preguntó aquella chica de apenas 12 años y de una
hermosa cabellera rubia – Elisa irá hoy al bosque y me encantaría ir también –
- Pero Emma, tu
padre nos espera ya y sabes que tenemos que hacer presencia, debemos mostrar a
los reinos que la alianza con la ahora reina Belle es tan vigente como siempre
–
- La alianza… ¿Enserio
es tan necesaria? Entiendo que sea su amiga, pero ¿Para qué mantener esta
alianza política? No ha habido más que prosperidad en todos los reinos por 12
años –
- Emma… -
- Lograron
derrotar a tu horrible madrastra antes de que nos maldijera a todos, el Oscuro
sigue en su calabozo ¿Qué otro mal podría estar ahí afuera que haga necesaria
toda esta gala de protocolos políticos entre nuestro reino y los otros? – Preguntó
algo molesta.
- Algún día lo
entenderás, Emma, no podemos bajar la guardia nunca, hay cosas por las que siempre
hay que estar alerta para protegerlas –
- ¿Como qué
cosas? – Preguntó molesta.
- Tú, por
ejemplo –
Mientras tanto,
Charming se encontraba con Red y el Cazador en la gran sala real, todos viendo
un gran mapa sobre la mesa redonda.
- La zona norte está
tan tranquila como siempre, sin embargo, han aparecido grupos de rufianes
ocasionalmente, les vendría bien a mis tropas unos refuerzos al menos en lo que
los encontramos y aprehendemos – Dijo Red, quien llevaba una armadura y su capa
roja por encima.
- La general
tiene razón, no podemos permitir que nuestra prosperidad se vea amenazada por
una banda de delincuentes cualquiera – Añadió el cazador – Entiendo también que
se ha empezado a ver disturbios nuevamente cerca de la Fortaleza Prohibida, mi
aprendiz y yo revisamos el perímetro y los aldeanos parecen seguir respetando
el no habitar las zonas aledañas, pero aun así es un inminente peligro esa
región –
- Maléfica no ha
causado ningún disturbio por tantos años, incluso después de… - Dijo Charming
antes de dar un profundo respiro – Aun así, creo que debemos mantenerla
vigilada, y ante la mínima muestra de ataque mandaremos a nuestros mejores
hombres, por el momento, te pido que mandes tropas a vigilar, pero deja de
exponerte a ti y a Pinocchio –
- ¿Qué me dice
del castillo de Regina? – Preguntó Red - ¿Han mandado tropas a esa zona? –
- ¿Qué habría
que vigilar? – Preguntó el Cazador – Ella ya no está –
- Pero no
sabemos cuántas cosas pudo dejar en ese lugar, cosas peligrosas, la última
tropa que mandamos al interior del castillo hace 3 años no volvió –
- Motivo por el
cual no hemos mandado a otra – Contestó Charming – Si algún villano quiere
tomar las cosas que Regina pudiera haber dejado ahí, lo más seguro es que no
vuelva a salir, pero tienes razón, mandaremos al menos a unos hombres a rodear
la zona –
En ese momento
llegó Snow a la sala y enseguida se dirigió a Red a abrazarla.
- Red, no te
había visto en un largo tiempo – Dijo Snow sonriente - ¿Cómo ha estado Gus? –
- Las cosas no
resultaron como debían – Contestó desviando la mirada – Creo que no podría
salir con otro hombre en un buen tiempo –
- Lamento
escuchar eso – Dijo abrazándola nuevamente y posterior, volteando a ver al
Cazador - ¿Y qué me dices tu? No recuerdo la última vez que nos vimos –
- Ha pasado
tanto tiempo Snow, cuidar el reino puede ser muy demandante –
- Y agradecemos
tanto tu apoyo – Dijo abrazándolo de igual forma – Nadie como tú merece nuestra
confianza –
- ¿Y Emma? – Preguntó
Charming mirando a todas partes – Creí que ya estaría lista –
- Al parecer
nuestra querida hija no cree que sean necesarias las alianzas con otros reinos
– Dijo suspirando – Pero es una niña aún, entiendo que no comprenda cuán
importante es todo esto –
- Pues esperemos
que crezca pronto –
Castillo de Belle - Ese día por la noche
- Y ante
ustedes, la reina Belle – Dijo el rey Maurice ante la eufórica audiencia que
aplaudía fervientemente.
Belle bajó del
trono en un elegante y enorme vestido amarillo con diamantes y portando una
corona dorada incrustada de piedras rojas, caminó y fue a los Charming a los
primeros que se dirigió.
- Agradezco
tanto que estén aquí – Dijo estrechando las manos de Snow – Si no fuera por
ustedes nadie de nosotros estaría aquí, en especial yo –
- El estar aquí
hoy es un constante trabajo de todos juntos – Contestó Charming – Has sido una
gran aliada por tantos años –
- Yo no hago más
que leer libros, son ustedes y sus tropas las que están al frente todo el
tiempo –
- Libros con
información tan importante que sin ella no hubiéramos descubierto todo lo que
hoy sabemos – Contestó Snow – Belle, eres la más erudita en muchos reinos, no
te menosprecies, menos ahora que serás una gran… -
En ese momento
una poderosa ráfaga de viento inundó la sala apagando cada uno de los
candelabros y abriendo la gran puerta de par en par, derribando a los guardias
que ahí estaban.
Charming y el
cazador desenvainaron sus espadas rápidamente mientras Red alistaba su
ballesta. Snow y Belle se cubrieron detrás de ellos y miraron atentos
alrededor.
- Odio que estos
vestidos no estén hechos para cargar un arco y flechas – Dijo Snow viendo a su
alrededor –
- Lo siento
¿Llegué tarde? – Retumbó una voz en todo el lugar.
- ¿Quién rayos
es ella? – Preguntó Red.
- ¿Y dónde está?
–
En ese momento
una nube de humo verde creó un torbellino junto al trono, dejando postrada ante
todos a una imponente mujer en un lujoso vestido negro, cabello rojizo y una
notable piel verde. En un simple movimiento de su mano los guardias y el rey
que ahí se encontraban volaron hasta caer entre la multitud.
- ¡Papá! – Gritó
Belle mientras corría hacia él.
- ¿Quién rayos
eres tú? – Preguntó Red apuntándola con su arma – Contesta si no quieres morir
–
- No estoy aquí
para pelear, querida – Dijo antes de desaparecer todas las armas en un
chasquido – No aún – Continuó sonriente – Es más, ni siquiera necesito que sus
súbitos estén aquí, solo necesito hablar con aquellos que importan –
En ese momento
la ráfaga de viento volvió en forma de torbellino de humo verde y en segundos
la sala entera estaba casi vacía, Los Charming estaban aún, Belle que miraba a
su alrededor buscando a su padre desesperadamente, y del otro lado de la sala,
a una joven castaña abrazada de su pareja usando un vestido rosado, junto a
ellos, una chica rubia en un enorme vestido azul sujetando la mano de su
acompañante.
- En realidad
esperaba que más monarcas estuvieran esta noche aquí, pero creo que con ustedes
me basta, iré a visitarlos a todos personalmente después – Dijo caminando
escaleras abajo.
- ¿Qué le
hiciste a nuestros amigos? – Preguntó Snow caminando agresivamente hacia ella.
La mujer
extendió su mano hacia ella y un halo de luz verde la cubrió dejándola inmóvil.
- Es increíble
que Regina haya tenido que lidiar contigo tanto tiempo sin haberte asesinado – Dijo
antes de lanzarla hacia Charming – Vine para dejarles algo muy en claro a todos
ustedes, estoy aquí para tomar lo que me correspondía por derecho, todo lo que
en su momento fue de Regina es ahora mío –
- No puedes solo
llegar y tomar… - Interrumpió la chica del vestido azul.
- A callar,
sirvienta – Dijo la mujer de piel verde mientras la congelaba al igual que Snow
– Soy yo quien da las ordenes ahora, y si alguno de ustedes o sus seguidores osa
retarme, créanme, no voy a tener piedad –
En ese momento
la mujer se disipó dentro de una nube de humo verde, dejándolos a todos
pasmados.
Corriendo por el
pasillo llegaron los guardias detrás de Red y el Cazador, ambos con espadas en
manos.
- ¿Dónde está? –
Gritó el cazador - ¿Dónde está esa maldita bruja? –
- Se fue y nos
dejó muy claras sus peticiones – Contestó la chica del vestido rosa – Philip y
yo lamentamos no poder quedarnos, pero tenemos un reino que defender – Dijo
mientras salían de la habitación – Te sugiero hacer lo mismo, Ella – Le dijo a
la chica del vestido azul antes de irse.
- Esto no puede
estar pasando, ¿Qué se supone que vamos a hacer? – Preguntó Bella asustada.
- Reunir a la
corte, mañana por la mañana debemos estar todos presentes y entonces
decidiremos cómo proceder – Dijo Charming mientras la ayudaba a ponerse de pie
– No es ni será la única bruja a la he hayamos detenido –
Castillo de los Charming – Al día siguiente
- Tenemos que
detenerla cuanto antes – Dijo Charming al resto de la corte – No podemos darle
la oportunidad de hacer ella el primer movimiento –
- No sabemos aún
a lo que nos enfrentamos, no podemos solo ir contra esa bruja, personalmente
tengo mucho que perder si vamos allá, perdí ya a dos de mis hermanos contra
otra bruja ¿Acaso ya lo olvidaron? – Dijo Grumpy, el líder de los enanos.
- Cosas que
perderás de igual forma si ella toma todo lo que desee – Contestó el cazador.
- ¿Qué siguieren
entonces? Ir al castillo de Regina a enfrentar a… a… - respondió Grumpy molesto.
- Zelena, su
nombre es Zelena – Dijo Belle entrando a la sala con un libro en las manos – Y
conozco su debilidad – Continuó mientras mostraba una imagen de un collar con
una piedra verde.
- ¿Un collar? – Preguntó
Snow.
- Un amigo que
vive en el bosque le hizo frente a ella hace algún tiempo mientras intentaba
robar algo de su castillo –
- Si tiene un
castillo ¿Qué busca por aquí? – Preguntó un pequeño grillo en la mesa.
- Proviene de
una lejana tierra, Oz, ahí son sus dominios, en estas no tiene nada y por
alguna razón quiere todo lo que le pertenecía a la Reina Malvada –
- ¿Y qué hay con
el collar? – Preguntó Red - ¿Enserio es su debilidad? –
- Perteneció a
un grupo de brujas que gobernaban ahí, pero al parecer se encargó del resto – Continuó
Belle – Este viejo libro proviene del lugar, y habla a cerca de cómo la magia
de estas poderosas mujeres se concentra en sus collares, solo que… no entiendo
–
- ¿El qué? – Preguntó
Grumpy.
- Uno de mis
súbditos proviene de esas tierras y se supo a cerca de como ella había sido
derrotada por una guerrera de otro mundo, pero ahora está de vuelta – Dijo – Y
al parecer está detrás de un poderoso hechizo que hasta ahora nadie logra
comprender –
- ¿Crees que
algo de lo que necesite este en el castillo de Regina? –
- Es una
posibilidad – Contestó cerrando el libro – Y si es así, tenemos que detenerla –
- No parece
haber otra opción – Dijo Snow – Proteger a nuestros seres queridos es la
prioridad –
- ¿Qué sugieres?
– Preguntó Red.
- Las hadas –
Contestó Charming – Después de detener a Regina pensamos en un plan de
contingencia si era necesario, una fortaleza oculta en el bosque con una
barrera que impide el paso de magia negra –
- ¿Llevaremos
ahí a nuestros seres queridos? – Preguntó Belle.
- Los llevaremos
ahí a todos – Contestó Snow – Esa bruja no podrá siquiera acercarse –
Castillo de los Charming – Esa misma noche
El día había
sido realmente pesado, la mayor parte de los más allegados a la familia real se
encontraba ya en camino a la fortaleza mágica, en el castillo se encontraban
prácticamente los reyes y la princesa solos, con uno que otro de la
servidumbre. Snow miraba por su balcón las carrosas alejarse en la oscuridad
del bosque, suspirando y apretando entre sus manos su arco.
- ¿Tú tampoco
puedes dormir? – Preguntó la princesa entrando a su recamara.
- Emma ¿Qué
haces despierta? –
- Tuve un sueño
– Dijo desviando la mirada y apretando su bata blanca – Fue muy extraño –
- ¿Una
pesadilla? – Preguntó Snow caminando hacia ella – Se que hoy fue un día
difícil, nos viste muy alterados a todos, pero no tienes por qué tener miedo –
- No fue una
pesadilla – Contestó – No tuve miedo, solo fue… raro –
- ¿Raro? – Preguntó
extrañada - ¿Qué clase de sueño era? –
- Soñé con un
chico – Contestó bajando la mirada al piso.
Snow no pudo evitar
ruborizarse y enseguida soltar una leve risa.
- Hija, eso no
es algo tan malo – Dijo acariciando su mejilla – Tampoco es que creyera que
tuviera que hablar contigo de estas cosas aún, pero era inevitable –
- Es que fue muy
extraño –
- Es normal – Dijo
abrazándola – Pero no hables de esto con tu padre aún, podría ponerse celoso –
- Mamá, creo que
no me entiendes, en el sueño yo… -
- No quiero
saber todo lo de tu sueño, querida – Dijo poniendo su dedo sobre los labios de
la princesa – Hay cosas para las que necesitamos tiempo para discutir y quizá
ahora no sea el mejor momento, pero te prometo tener esta plática contigo – Fijo
mientras salía de la habitación – Puedes quedarte aquí, querida, debo de ir con
tu padre –
Snow salió de la
habitación dejando a Emma sola y con un gesto de angustia.
- Es que esta no
es la primera vez que el chico me pide que despierte, que necesita que
despierte –
En ese momento
la habitación se heló y confundida volteó hacia el balcón, donde por un segundo
creyó haber visto una silueta. Emma enseguida corrió hacia el lugar, pero no
había nadie, cerró las ventanas y volvió a su habitación.
Bosque Encantado – Días después
- Estamos
listos, Charming, las tropas están todas ubicadas para avanzar y dejar el
castillo sitiado – Dijo Red bajando del caballo – Los enanos mandaron un
mensaje en una paloma y todo parece bien del lado oeste, el cazador dirige a
los del norte y las tropas de Belle cubren el este –
- Estamos listos
también – Contestó Charming – Disparen el cañón para indicar el inicio de
nuestro ataque –
El silencio del
bosque desapareció con un estruendo ensordecedor. Tropas y tropas de los más
valientes guerreros cabalgaban ferozmente hacia el antiguo castillo de la Reina
Malvada. Mientras más se acercaban, el cielo se cubría más y más de una
nubosidad verde, y de entre los árboles, más y más niebla verde aparecía.
- Manténganse
juntos – Gritó Red.
En ese momento
un par de garras la sujetó de los hombros y la sumergió en la niebla.
- ¡Red! – gritó
Snow frenando su caballo y alistando su arco y flecha.
Monos voladores
comenzaron a atacar a todos los soldados, la niebla apenas permitía ver más
allá de unos metros. Los sonidos del metal resonaban por todas partes, el
gruñido de los monos, los gritos de los soldados, todo era una mezcla de
sonidos de batalla retumbando por el bosque.
Snow se lanzó al
suelo y comenzó enseguida a disparar flechas, dando en casi cada uno de sus tiros,
haciendo caer a esas criaturas. Se puso inmediatamente de pie y en ese momento
una nube de humo verde la cubrió, dejándola en un instante con su brazo en su
espalda siendo sujetada por Zelena.
- Debieron hacer
caso de mi advertencia, su majestad – Dijo con una sonrisa – Sería increíble
robarle a mi hermana la oportunidad de matarte –
- ¿Tu hermana? –
Preguntó confundida.
En ese momento
un lobo saltó de entre la niebla derribándolas. Snow se posicionó rápidamente
detrás de la bestia y apuntó a Zelena con una flecha, quien se levantaba del
piso completamente molesta.
- Gracias por
volver, Red – Le dijo Snow al lobo – Es hora de encararnos de esta bruja –
- No saben con
quién rayos se meten – Dijo recogiendo el cabello de su cara - ¿Enserio creen
que están aquí vivos por casualidad? – Les preguntó riendo.
- ¿De qué
hablas? – Preguntó Snow confundida.
- Si quisiera
los hubiera regresado a todos a su estúpido castillo con un simple movimiento
de mi mano, pero necesitaba tener a todos los héroes aquí para deshacerme de la
verdadera amenaza para mi victoria – Le contestó mientras caminaba calmada
hacia ellas – Dile adiós a tu princesa – Dijo riendo antes de desaparecer en
una nube de humo verde.
- Emma… - Susurró
Snow con un terrible gesto de angustia.
Charming y sus
soldados peleaban ferozmente contra los monos voladores entre la niebla cuando
su esposa atravesó en medio de la batalla montando el lomo de Red convertida en
lobo.
- ¡¿Snow?! ¡¿A
dónde vas?! –
- Tengo que
salvar a nuestra hija – Dijo mirándolo con lágrimas en los ojos.
Snow y Red
recorrieron todo el bosque lo más rápido que podía, no entendía cómo, pero
sabía que Emma corría peligro aun dentro de la fortaleza mágica. Mientras más corrían
y se alejaban de la espesa niebla verde, más se adentraban en el bosque donde
el frío parecía haber cubierto todo.
La loba frenó
bruscamente casi haciendo caer a Snow, quien saltó inmediatamente y atónita
enmudeció ante la gran entrada formada por un arco hecho con árboles que
deberían estar llenos de flores, pero en su lugar, se encontraban cubiertos de
hielo.
- ¿Qué pasó
aquí? – Se preguntó Snow a si misma con la voz temblorosa – Emma ¿Dónde está
Emma? –
- Mi abuela… -
Dijo Red mientras se levantaba del piso nuevamente en forma humana.
Ambas corrieron
apuradas al interior de la fortaleza, pero ese arco de hielo era tan solo el
principio, todo en el interior de la fortaleza estaba congelado, el piso estaba
cubierto de nieve haciéndoles que correr fuera casi imposible, las hadas no
eran más que estatuas de hielo y había figuras de personas que parecía
intentaban escapar antes de quedar congelados.
Red se detuvo
con lágrimas en los ojos al toparse con la congelada figura de su abuela, quien
apuntaba con una ballesta.
- Ella intentó
luchar – Dijo conteniendo el llanto – Intentó salvar a los demás –
- Se supone que
la magia negra no debía entrar a este lugar – Dijo Snow sollozando - ¿Cómo es
posible? –
- No toda la
magia con potencial de destruir es magia negra, su majestad – Dijo una voz
femenina.
Ambas voltearon
asustadas mientras se acercaba a ellas, de entre una helada niebla una mujer de
cabellera rubia y con un elegante vestido blanco que parecía estar hecho en su
totalidad de pequeños cristales de hielo. Su semblante era serio y en sus
brazos tenía a la princesa Emma, cuya piel había empalidecido y sumida en un
profundo sueño.
- ¡Emma! – Gritó
Snow mientras corría entre la nieve hacia ellas y sacando una daga de su bota.
- No despiertes
a mi hermanita – Dijo con un gesto de desagrado mientras una ráfaga de viento
helado lanzaba por el aire a Snow y Red – No dejaré que me arrebaten a mi
familia nuevamente –
- Es mi hija,
deja a mi hija – Dijo Snow intentando levantarse de entre la nieve.
- Nadie que ame
a su familia se atrevería a dejarla sola – Contestó mientras se desvanecía en
una nube de humo blanco.
No pasó mucho
tiempo para que Charming se topara con Snow y Red quienes caminaban con un
semblante firme.
- ¿Snow? ¿Qué
sucedió? – Preguntó Charming bajando del caballo.
- Se llevó a
nuestra hija, y vamos a recuperarla –
- ¿Emma? ¿Quién?
– Preguntó alterado.
- No tengo idea,
pero esos poderes de hielo no serán difíciles de rastrear –
Castillo de los Charming – Esa noche
- Arendelle – Dijo
Belle – Y sé de quién hablas –
- ¿La conoces? –
Preguntó Charming sorprendido – ¿Cómo?
- Conocí a
alguien que la conocía, y a ella la vi por un instante antes de que se la
llevara de la misma forma, no pude hacer nada en ese momento – Contestó mirando
al piso - Pero creo que esta es mi
oportunidad de enmendar mi antiguo error – Dijo firme – Se llama Ingrid y es
una de las antiguas princesas de ese reino, llévenme con ustedes y juntos la
derrotaremos –
- No hay más que
decir – Dijo Snow – Iremos por esa reina de las nieves a Arendelle –
- ¿Qué hay de
Zelena? – Preguntó Red – Aún esta allá y puede que esto sea parte de su plan
para lanzar ese hechizo del que Belle nos habló –
Todos
permanecieron en silencio por unos minutos hasta que Snow habló.
- Tenemos que
separarnos –
- ¿Separarnos? –
Preguntó Charming
- Belle, el Cazador
y yo podemos ir a Arendelle, tú, los enanos y Red deben defender el reino – Contestó
Snow.
- Pero yo conozco
a personas en ese reino, quizá puedan ayudarnos, mi viejo amigo Chris… -
- No podemos ir
ambos, Charming, al menos uno de los dos debe proteger el reino –
- Snow… -
- Todo estará
bien, recuerda que nosotros siempre nos encontraremos –
NOTAS Y NORMAS:
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Gracias.
Hola Diego, que bueno que te decidiste a publicar tu historia. Me parece muy interesante tu planteamiento. Genial volver a ver a Red y al Cazador y muy lógico su rol dentro del fic. También me gustó que no marginaras a Belle como hacen los two. Disfruté tu historia y se me hizo ligera de leer. Me dejó intrigado el sueño de Emma y como afectará el futuro de la historia. Ya tengo ganas de saber como derrotaron a Regina y el porque Zelena llegó justo en ese momento.
ResponderEliminarSaludos
Si, siempre si me animé xD hay cositas que tienen respuesta y otras que no, justo de eso va la historia :)
EliminarAaaah bueno genial. Estaré al tanto entonces :)
EliminarSaludos
OMG OMG que fascinante historia bravo por publicarlo felicidades 👏👏😊❤❤ saludos
ResponderEliminarGraaaaacias :D Pues ya estoy en el cápitulo 4 pero a modo de borrador, ando puliendo cosas de ortografía para mandar el segundo :)
EliminarHola, Diego. Que bien que te has animado a publicar tu fic. Me ha gustado bastante la historia,y le has dado protagonismo a Belleza,lo cual hace que tu fic gane muchos puntos xD,jeje. En serio,es una historia muy amena,y muy coherente. Espero con ganas la segunda parte.
ResponderEliminarA Belle,quería decir xD.
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