En la sección de Fan Art de esta semana seguimos con dos nuevos capítulos del fic de Alí Ba-ba: "Sensación de soledad" y "La fórmula". ¡Que los disfrutéis!
CAPÍTULO
8
SENSACIÓN
DE SOLEDAD
Belle sacudió por la
ventana enérgicamente el trapo que había utilizado para limpiar los
muebles del salón, dejando escapar una pequeña nube de polvo que la
hizo toser. Parecía increíble que después de una semana que
llevaba en esa casa todavía no había conseguido limpiar todas las
habitaciones.
Tampoco es que se
matara a trabajar, ya que Gold le había dicho que se lo tomara con
calma y no se agobiara con el trabajo de la casa. La verdad era que
desde el momento en que la trajo a aquel lugar, la había tratado
siempre muy respetuosamente y con amabilidad, aunque muy fría y muy
distantemente, lo cual no ayudaba a calmar la sensación de soledad
que a veces la invadía.
Su día a día no era
muy distinto a lo que hacía antes de llegar a la casa de Gold, ya
que tenía tiempo para ir a pasear de vez en cuando y sentarse
debajo de su roble y pensar en cómo había cambiado su vida desde
que entró a aquella tienda con la intención de vender su anillo.
Parecía que fuera
ayer, cuando la había pasado a buscar a su apartamento, para
llevarla a la casa de aquel hombre, con apenas una maleta con lo
imprescindible.
-No se preocupe por el
resto, señorita Hide, mandaré que alguien venga y recoja sus
pertenencias y las traigan a mi casa. De todas formas, en breve va a
necesitar ropa nueva –dijo Gold señalando su vientre.
Tomó la maleta y la
introdujo en el portaequipajes, abriéndole después la puerta del
pasajero galantemente para que ocupara el asiento de al lado del
conductor. Se sintió pequeña y asustada cuando cerró la puerta del
coche, sin saber muy bien a dónde la llevaban.
Gold condujo en
silencio todo el trayecto hasta aparcar frente a una casa enorme y
rosada con un amplio y descuidado jardín que había conocido tiempos
mejores.
Recordaba la impresión
tan lúgubre que le causó aquella magnífica casa en un primer
momento. En la oscuridad de la noche parecía mucho más siniestra.
Después de abrirle la
puerta nuevamente para que saliera, el prestamista tomó la maleta y
se dirigió hacia las escaleras de la entrada, seguido por la
asustada muchacha, que miraba de un lado a otro intentando situarse.
Pese a su cojera,
aquel hombre se manejaba bastante bien con los escalones y la maleta
de Belle, que cuando cruzaron la puerta dejó junto a la puerta.
-Deme su abrigo, le
mostraré su habitación- tomo el abrigo de la joven y lo colgó en
un perchero que había a la entrada.
Tomando la maleta de
nuevo, subió las escaleras, girando a la derecha cuando llegó a la
primera planta. Al final del largo pasillo, abrió la puerta de una
habitación situada a la derecha del mismo. Encendió la luz y la
dejó pasar primero, mientras ella miraba con curiosidad la que sería
su habitación a partir de ahora.
Era amplia y espaciosa
y con un gran ventanal que daba al jardín principal y desde el que
se podía ver la calle. Una gran cama con respaldo de madera se
encontraba junto a la ventana, en medio de la habitación, flanqueada
por dos mesillas de noche a juego. Dentro de la misma habitación se
encontraba otra puerta que conducía a un cuarto de baño completo,
bastante grande, en su opinión.
Paseó la mirada por
todo el conjunto, que le pareció algo más grande que lo que tenía
en su apartamento, y desde luego más acogedor.
-Acomódese, mientras
preparo algo para cenar. Tardaré una media hora, mientras tanto,
puede ir deshaciendo su maleta, si lo desea- le había dicho Gold
fríamente.
-Gracias –contestó
tímidamente. Todavía no se hacía a la idea del cambio de su
situación
Treinta minutos más
tarde, y después de haber deshecho su equipaje, bajó las escaleras
hambrienta. Se dejó guiar por el olor de la comida y los sonidos que
procedían de la cocina. De espaldas a ella, se encontraba Gold
sumergido entre cacharros de cocina y manejando con habilidad el
contenido de una sartén que olía deliciosamente.
Temerosa de hacer algo
que lo enojara, se limitó a observarlo moverse por la habitación a
una cierta distancia, comprobando que se defendía bastante bien.
Estaba preparando lo
que parecían unos espaguetis y una salsa con tomate y orégano que
conseguían con su olor qué se le hiciera la boca agua.
-Huele muy bien –dijo
tímidamente sin saber cómo revelar su presencia en la habitación.
Los movimientos del
hombre pararon en seco y su cuerpo se tensó al escuchar la voz que
provenía de detrás de él. Cerró los ojos con fuerza, cuantas
veces había soñado en los últimos días escuchar aquella voz en su
casa, y ahora que la tenía sólo era un recordatorio de lo que había
perdido. Más aún.
Levantó la cabeza de
los cacharros y tomó aire, como queriendo llenar su cuerpo de la
fuerza que le hacía falta para enfrentarla.
-La cena estará lista
en unos minutos –dijo con un tono impersonal.
-¿Quiere que le ayude
a poner la mesa? – se sentía un poco inútil y quería hacer algo.
-Sí…- dijo Gold sin
girarse, un tanto sorprendido- Sí, los cubiertos están en el primer
cajón, y los platos aquí arriba, en el primer estante –señaló
el armario de su derecha, sobre su cabeza.
La notó moverse por
la cocina, mientras un silencio tenso, sólo roto por el sonido del
chup-chup de la comida en los fogones, se apoderaba de la habitación.
Belle terminó de
colocar las cosas sobre la mesa, mientras Gold daba los últimos
toques a lo que sería su primera cena en aquella casa.
Se sentaron frente a
los platos que el hombre se había encargado de llenar con la pasta y
la sabrosa salsa.
-Oh, déjeme hacerlo a
mi – le había dicho la muchacha cuando lo vio sirviendo los
platos.
-Tranquila, observe
primero cómo quiero que haga las cosas para saber hacerlas después,
así no tendremos problemas –le dijo el hombre tajante,
recostándose en el respaldo de su silla y mirándola fijamente -.
Tiene que aprender a hacer las cosas de la casa como a mí me gustan.
-Vale –dijo ella sin
levantar la mirada de su plato.
-Me servirá la comida
y lavará mi ropa – continuó el hombre sin apartar la vista de
ella-. Limpiará el polvo de los muebles y mantendrá ordenada la
casa.
-De acuerdo…- se le
estaba haciendo un nudo en el estómago y no sabía si era de hambre
o de agobio.
-Y…- Gold se detuvo
un momento a analizar el rostro de la chica que tenía delante,
pálido, con ojeras, asustado, tembloroso…- y el resto del tiempo
puede hacer lo que desee, siempre y cuando no rompa su trato…
¿Entendido?
-Entendido –murmuró
la chica asustada.
-Vamos, coma algo y
acuéstese pronto. Hoy ha sido un día agotador para todos – clavó
el tenedor en sus espaguetis y dio por terminada la conversación,
mientras miraba de cuando en cuando furtivamente a la joven que tenía
enfrente cómo devoraba los suyos. Bueno, tenía que comer por dos…
A partir de entonces,
y durante aquella semana, Gold le había enseñado pacientemente como
deseaba que se hicieran las cosas en su casa.
Apenas coincidían
juntos, ya que él se levantaba muy temprano y no volvía hasta la
noche, dejándola a ella sola prácticamente todo el día, pero por
las noches aprovechaba para darle instrucciones de sus deberes para
el día siguiente y cómo debía hacerlos.
En alguna ocasión
había intentado levantarse tan pronto como él para prepararle el
desayuno, pero las nauseas matutinas le habían atacado y la habían
dejado sin fuerzas. Para cuando se había recuperado un poco, él ya
se había marchado a sus quehaceres. No se lo recriminó ni se lo
tuvo en cuenta a Belle.
Lo mejor era lo de las
cenas. No es que ella fuera una experta cocinera, nada más lejos de
la realidad. El tema era que si algo había aprendido de sí misma
durante aquella semana, era que la cocina no era lo suyo. De los
siete días que llevaba allí, cinco había tratado de cocinar algo
para cenar, echando mano a un libro de cocina que Gold le había
proporcionado, pero con libro y todo, el resultado fue penoso. El día
que no se le pegaba la comida a la olla, le salía demasiado cruda la
cena. Lo más curioso de todo era que, pese al estado de los
alimentos, él nunca dijo nada, se lo comía todo sin protestar y en
silencio…Hasta el día anterior, que le llamó por teléfono para
decirle que encargarían comida china para cenar.
La convivencia con él
era más bien inexistente, cosa que agradecía dado el grado de
terror que le producía. Se limitaba únicamente a las cenas, que
solían ser en silencio y tensas, aparte de las instrucciones que le
daba. En alguna ocasión ella había tratado de romper aquel espeso
silencio preguntándole qué tal le había ido en la tienda, pero
como él solía contestar con monosílabos y sin levantar la mirada
de su plato, había optado por dejar el tema.
Había algo que la
intrigaba. Le había dado libertad para entrar a todas las
habitaciones de la casa, a excepción de una que permanecía cerrada
en la planta baja y un dormitorio que se hallaba junto al de él. Por
supuesto no había intentado siquiera abrir la puerta de ese
dormitorio, y menos con el tono en que se lo dijo, que parecía más
una amenaza que una petición.
Las cosas de la casa
la tenían tan ocupada que apenas había pensado en el bebé, que
aparte de los vómitos matutinos, no daba ninguna señal de su
existencia.
Puso su mano en el
vientre intentando sentirlo, pero si hacía caso de lo que le había
dicho el Dr. Whale cuando fue a hacerse los análisis el día
anterior, hasta por lo menos las dieciséis semanas no empezaría a
notar nada.
La verdad es que
encontró muy frío al médico cuando le explicó más o menos el
proceso por el que iba a pasar, sin apenar mirarla a los ojos, y
cuando lo hacía furtivamente, veía un reflejo de desconfianza, como
si intentara comprender qué le había hecho cambiar de parecer con
respecto al bebé en tan poco tiempo. Bah, no importaba, en unos
meses toda aquella gente sería historia, y ella comenzaría una
nueva vida.
Pensó de nuevo en su
bebé, y en las personas que querían quedárselo, y el corazón le
dio un incomprensible vuelco. Recordó su pequeña silueta en el
monitor, cuando le hicieron la primera ecografía, y sus ojos se
llenaron de lágrimas.
Sin poder sostenerse,
se dejó caer en uno de los sillones del salón que estaba frente a
la chimenea, mientras un torrente incontrolable caía de sus ojos al
pensar en aquel cuerpecito tan indefenso que crecía dentro de ella.
Apenas sólo un minuto que lo había visto y no podía quitárselo de
la cabeza. El sonido de su corazón era lo último que recordaba cada
noche antes de dormirse.
De repente se sintió
terriblemente cansada y sin fuerzas. Sus ojos se cerraron mientras
continuaban dejando escapar un pequeño hilo de lágrimas que no
podía controlar. Sólo necesitaba descansar un momento, no quería
que Gold la encontrara así cuando llegara a casa en apenas una hora.
Su respiración se fue
relajando y haciéndose más profunda a medida que el sueño se
apoderaba de ella y la transportaba bajo su viejo roble.
Podía sentir el aire
fresco en su rostro mientas llenaba los pulmones con el agradable
aroma de las flores silvestres que crecían alrededor, un olor que
hacía mucho tiempo que no sentía. Demasiado tiempo.
Abrió los ojos y se
encontró debajo de un gran roble, en medio de un jardín y frente a
un imponente castillo que la dejó sin aliento. Frente a ella se
encontraba el más grande, majestuoso y tenebroso de los castillos
que había visto en su vida.
Lentamente, se dirigió
hacia las escaleras que conducían a una pesada puerta de madera y
hierro que, cuando se acercó a ella, se abrió como por arte de
magia. Ante su mirada, un amplio recibidor con una gran mesa redonda
y un jarrón lleno de unas preciosas rosas rojas como la sangre sobre
ella, le dio la bienvenida.
Subió otro tramo de
escaleras que le condujo a un gran salón con pocos muebles y una
chimenea encendida. Con una mezcla de curiosidad y miedo, continuó
caminando a través de la estancia, con la extraña sensación de que
ya había estado allí antes.
No se veía a nadie,
pero notaba como si la estuvieran observando a cada paso que daba.
Era una sensación inquietante, pero familiar, que lejos de
producirle miedo, la calmaba.
Miró a su alrededor y
pudo ver como una sombra se movía detrás de una puerta abierta que
había a la izquierda del gran salón. Con curiosidad, se dirigió
hacia ella.
-¡Hola!, ¿hay
alguien? – Preguntó sin dejar de caminar.
Atravesó la puerta
para encontrarse dentro de otra estancia algo más pequeña que la
anterior, pero muy espaciosa y oscura. Al fondo, unos grandes
ventanales permanecían ocultos tras unas pesadas cortinas que no
dejaban pasar la luz. Se acercó a ellos con la intención de abrir
las cortinas, pero cuando extendió la mano y antes de tocarlas, se
abrieron con un sonido sordo.
Dio un paso atrás
asustada, mirando alrededor, buscando a quien hubiera podido hacer
que aquellas cortinas se abrieran ante ella. No vio a nadie.
La luz del sol entro
por los amplios ventanales, iluminando la estancia. Se trataba de una
biblioteca. Todas las paredes, a excepción de los ventanales,
estaban cubiertas por aquellas interminables estanterías que
llegaban hasta el techo, repletas de libros. Su corazón dio un
vuelco de felicidad al ver todos aquellos ejemplares de literatura en
los cuales se podía sumergir.
Quedó extasiada ente
aquella visión, incapaz de moverse.
-¿Le gusta? –Susurró
una voz familiar, casi ridícula, detrás de ella, junto a su oído.-
Pues mientras esté aquí, es toda suya…
Belle quedó
paralizada al escuchar aquella voz, sin poder ponerle rostro. Una
sensación cálida de felicidad la invadió, su corazón se aceleró
y sus ojos se llenaron de lágrimas. Con un rápido movimiento y una
sonrisa en los labios, giró para encontrar al dueño de aquella
extraña voz, pero lo único que encontró fue vacío.
Un sentimiento de
decepción se apoderó de ella al verse allí sola. ¿Dónde se había
metido? ¡Estaba allí, lo había oído hablarle! Quiso llamarle,
pero no recordaba su nombre. ¿Cómo se llamaba…? ¡¿Cómo se
llamaba…?!
Con un nudo en el
estómago, comenzó a recorrer las habitaciones sin hallar a nadie.
El miedo había dejado paso a la desesperación y la ansiedad por
encontrar al dueño de aquella voz. Tenía que encontrarlo. Podía
escuchar sus pasos en la estancia de al lado, pero cuando entraba,
había desaparecido. Necesitaba estar con él, verlo, pero no podía.
Corría
desesperadamente, con una sensación de pérdida que le llenaba el
corazón y los ojos arrasados de lágrimas que no le dejaban ver por
dónde iba.
-¡¿Dónde estás,
maldito?!- gritó desconsolada- ¡No te vayas!
Las fuerzas le
abandonaron y cayó de rodillas dentro de una de las habitaciones,
mientras amargas lágrimas rodaban por sus mejillas.
-¡No me alejes de ti
otra vez…!- susurró cubriéndose la cara con las manos. Los
sollozos sacudían su cuerpo y el peso de la pena, como el de una
losa, la dejó inmóvil y sin fuerzas.
-¡Margie…!-Una
suave voz pronunció ese nombre- Margie…- El tacto de una mano
cálida y gentil sobre su brazo hizo que retirara las manos de su
rostro. Esa Voz…
-Vamos, despierte, es
solo un sueño. – La voz le hablaba dulcemente, con un dejo de
preocupación.
Retiró las manos de
su cara bañada de lágrimas y miró a la persona que tenía delante.
Gold estaba de
rodillas frente a ella. Por un momento, su rostro le pareció más
demacrado de lo normal, como si sintiera el mismo dolor que notaba
ella en ese momento en el pecho y que no sabía realmente porqué lo
tenía. Sus ojos miraban directamente los de ella, que reflejaban la
confusión que sentía en aquel momento.
-¡Hey, vamos, es sólo
un sueño…nada más! – Una leve sonrisa curvó los labios del
hombre, tratando de transmitirle calma. Su voz era suave y
reconfortante, contrastando con la preocupación de su mirada.
Belle miró, aún
confundida, las manos que sujetaban sus brazos, sin saber muy bien lo
que había ocurrido. Gold se dio cuenta de que todavía la tenía
sujeta y la soltó como si le estuviera quemando, retrocediendo para
no hacerla sentir mal. Con dificultad se puso de pie y aquel calor
que despedía su mirada fue remplazado por la misma mirada de
frialdad a la que la tenía acostumbrada.
De repente, un frío
intenso invadió su cuerpo y comenzó a temblar. Gold se dio cuenta y
murmurando unas disculpas salió de la habitación, volviendo al
instante con una manta en la mano que extendió sobre el tembloroso
cuerpo de la joven que todavía seguía confundida.
-¿Se encuentra
mejor?- Dijo el hombre observando su expresión.
-Sí…sí, mucho
mejor, gracias – no sabía muy bien lo que le había pasado, pero
aquel sueño había sido tan real que hubiera jurado que todavía
seguía en aquel castillo que no había visto nunca, pero sin embargo
caminaba por él como si hubiera estado todo su vida viviendo allí.-
Estaré bien en seguida – dijo mientras buscaba su reloj -¿Qué
hora es…?- Preguntó de repente desconcertada. Si Gold estaba en
casa eso quería decir que se le había hecho tarde para preparar la
cena.
-¡Hay, Dios, la
cena!- dijo levantándose de un salto.
-¡Tranquila, señorita
Hide, no se altere, todo está bien! – Contestó el hombre con una
sonrisa en los labios – Creo que hoy prepararé yo la cena, si no
le importa.
-¡Ho, no, no…no
puedo permitirlo, es mi trabajo!- Respondió apurada dándose cuenta
de que se había quedado dormida por demasiado tiempo.
Gold había cambiado
su expresión de preocupación por una burlona.
-No se preocupe,
además, será bueno para los dos – dijo aguantando la risa al
recordar las cenas de los últimos días -. Mientras tanto, quiero
enseñarle algo, señorita Hide.
Le hizo una señal
para que pasara delante de él y después le indicó que le siguiera.
La condujo hasta la puerta de la habitación que había en aquella
misma planta y en la que todavía no había entrado. Sacó una llave
del bolsillo y se dispuso a abrirla.
-La verdad es que esta
habitación ha estado cerrada durante mucho tiempo y quizás necesite
de su intervención en profundidad –dijo Gold abriendo la puerta y
encendiendo la luz de su interior.
La luz de una preciosa
araña de cristal iluminó perfectamente la gran estancia, dejando a
Belle sin habla ante lo que tenía delante. Seguida por Gold, entró
con la boca abierta mientras repasaba con la mirada las enormes
estanterías repletas de libro, que llegaban hasta el techo. Los
grandes ventanales cubiertos por unas pesadas cortinas harían que de
día fuera una de las habitaciones más iluminadas. En el lateral de
una de las estanterías, descansaba una escalera con ruedas para
poder desplazarla, que se utilizaría para acceder a los estantes más
altos.
La vista de aquella
magnífica biblioteca la tenía absorta, tanto que no advirtió la
presencia a su espalda.
-¿Le gusta? –Preguntó
Gold con voz suave, casi un susurro detrás de ella.
Belle quedó
paralizada al escuchar aquellas palabras. Sin poder articular ningún
sonido, movió afirmativamente la cabeza.
-Pues mientras esté
aquí, es toda suya… - Sus palabras quedaron flotando en el aire,
mientras de fondo se escuchaba el sonido sordo de su bastón
alejándose en dirección a la cocina- Cenaremos aproximadamente en
media hora, mientras tanto, puede echar un vistazo a mi colección,
hay ejemplares realmente interesantes.
Daba igual, ya no le
escuchaba. Lentamente, como con miedo a que desapareciera, dio la
vuelta para mirara a su espalda, pero ahí no había ya nadie.
CAPÍTULO 9
LA FÓRMULA
Gold cerró de golpe,
fastidiado, el libro que sostenía entre las manos. No conseguía
concentrarse en la lectura, que aunque era de mucho valor no
terminaba de captar su atención. Se trataba de uno de los muchos
libros que había escrito él mismo en el Bosque Encantad y que
detallaban el uso de algunas fórmulas alquímicas para conseguir
determinados resultados. Se lo sabía de memoria, para eso lo había
escrito él, pero quería repasarlos en detalle por si algo se le
escapaba.
Necesitaba encontrar
la fórmula para devolverle la memoria a Belle lo antes posible. Se
estaba volviendo loco sólo de pensar en la persona que vivía con él
en su casa, que hablaba como ella, olía como ella se asemejaba a
ella…pero no era ella.
Notó como la rabia
volvía a hervir en su interior y apretó los puños hasta que se le
quedaron blancos los nudillos. Tomó aire con fuerza y trató de
recordar las palabras que le había dicho el Dr. Whale apenas una
semana antes.
La mañana siguiente
de la llegada de Belle a su casa, y después de otra eterna noche sin
poder dormir, decidió levantarse temprano e ir a hacerle una visita
al médico de Storybrook. Sabía que lo encontraría en su consulta,
así que ni se molestó en pedir cita. Él no la necesitaba.
Salió del ascensor en
la planta donde se encontraban varias salas, una de ellas la de
Whale. Llamó a la puerta únicamente para hacer patente su
presencia, porque ni siquiera esperó a que le dieran permiso para
pasar.
Whale se encontraba
con un paciente que tenía una pierna rota y apenas podía mantenerse
consciente, traspasado por el dolor de su extremidad. Entre los
gritos de dolor del hombre, al Doctor le pareció escuchar unos
golpes en la puerta, pero tampoco podía estar seguro, bastante tenía
con aquel pobre hombre retorciéndose de dolor sobre la camilla y
rogándole que le pusiera algún calmante. “El calmante lo necesito
yo…” pensó el médico, recordando que los pacientes a los que
él estaba acostumbrado eran bastante más silenciosos y se quejaban
menos si se les rompía algún miembro.
Gold irrumpió en la
consulta con una expresión tan sanguinaria en la mirada que las
protestas que Whale tenía en la boca, quedaron congeladas ante su
presencia, junto con su enfado. Un sudor frío le recorrió la
espalda mientras los ojos de aquel hombre se clavaban en los suyos y
se aproximaba hacia la camilla con su característico caminar
renqueante.
Sabía que éste
momento iba a llegar más pronto o más tarde, pero esperaba que
hubiera sido más tarde y le hubiera dado tiempo de hablar con Rubi y
tener alguna idea de lo que podían hacer para que Belle recapacitara
su decisión. No esperaba que Gold se hubiera enterado tan pronto,
pero después de todo, él era el mago más poderoso que existía y
debían de haber pocas cosas de las que él no tuviera noticias.
La boca se le secó y
tragó con dificultad, mientras su paciente seguía retorciéndose y
gritando de dolor. No podía dejar de mirar a aquel hombre que se
paro enfrente de él con la mandíbula apretada.
-Dr. Whale – dijo
con voz engañosamente suave -, me gustaría tener unas palabras con
usted, si es tan amable.
-Lo…lo…lo…lo
siento Señor Gold, pero me pilla un poco ocupado – tartamudeó
torpemente señalando al quejumbroso paciente que no entendía de que
iba el tema entre aquellos dos, pero le importaba más bien poco. Lo
único que quería era que desapareciera aquel dolor tan horrible que
estaba a punto de hacerle perder la consciencia.
-Tan sólo será un
momento, Víctor – su expresión se hizo más dura si cabía y su
voz más grave y lenta, síntoma de que la paciencia le estaba
abandonando.
Otro alarido de dolor
inundó la sala mientras médico y prestamista se miraban fijamente,
uno con la cara perlada de sudor, otro con todos los músculos de la
suya en tensión.
-¡¡Aaaaaaahhhh, por
Dios doctor, haga algooooo…! –Gritaba desesperado el hombre de la
camilla.
-Yo…yo…esto me
llevará un rato, ¿sabe? Me…me parece que es… una de las roturas
más complicadas que hay…
El hombre de la
camilla abrió los ojos asustado, mirando al médico que no sabía
cómo librarse del hombre que permanecía de pie mirándolo como si
en cualquier momento le fuera a saltar al cuello y desgarrar su
garganta con los dientes.
-¡¡Aaaaaahhhh, mi
piernaaaaaa…! –seguía lamentándose el hombre.
-¿Lo ve? E-está
fatal, es fácil que me tire toda la mañana con esto, así que si no
le i-importa pedir cita con mi e-enfermera para otro día…- su
pálido rostro no dejaba muchas dudas del terror que sentía en aquel
momento.
Otro grito de dolor
salió de la boca del hombre tumbado.
-¡¡¡Ay, basta
ya…!!! – gritó Gold exasperado, mirando de repente hacia la
camilla, terriblemente irritado.
Clavó los ojos en el
paciente tumbado frente a él y, con un movimiento seco de su mano,
un humo morado envolvió la extremidad afectada por una fractura
abierta, ante los asombrados ojos de aquel hombre. El dolor cesó
inmediatamente, mientras el humo se disipaba, dejando ver una pierna
totalmente sana y sin rastro de rotura ante la mirada atónita del
médico y el dueño de la pierna.
Lentamente se miraron
los dos hombres con la boca abierta, como no entendiendo mucho lo que
acababa de ocurrir delante de sus narices.
-¡¡FUE-RA…!! –
le dijo Gold a aquel hombre entre dientes, sin apartar la mirada de
Whale.
El hombre, confuso,
bajó lentamente de la camilla aún con el pantalón arremangado,
tanteando con la pierna recientemente reparada, por si notaba algún
rastro del dolor que minutos antes lo laceraba. Nada, pisó con más
fuerza y siguió sin notar ningún dolor. Su mirada iba de Gold hacia
Whale , que permanecía con los ojos cerrados mientras veía como
delante de sus narices se esfumaba la única esperanza de escapar de
Gold. Murmuró unas inaudibles “gracias” y salió corriendo de la
habitación, sin importarle las pintas que llevara con el pantalón
aún por la rodilla.
Poco a poco, Whale
abrió los ojos, rezando internamente para que cuando los abriera
por completo, Gold también hubiera desaparecido de delante de él.
No fue así. Dio un respingo cuando se percató de su presencia aún
frente a él, y tragó en seco.
-¡Ah, vaya…! –
dijo sin saber muy bien que decir.
-Que, ¿ahora ya
podemos hablar? – preguntó Gold con ironía.
-Bueno, eh… supongo
que sí –musitó con la cabeza baja. En toda su vida se había
visto tan cerca de la muerte como en aquel momento -¿E-en q-que
puedo a-ayudarle…? –dijo intentando disimular que no sabía la
razón de su presencia allí.
-Víctor… ¿Tienes
algo que contarme? – preguntó suave y peligrosamente, mientras
rodeaba la camilla, intentando acortar distancias con el médico.
-P-pues no s-se…
¿Hay algo que tendría que c-contarle…? – Nada, los últimos
momentos de su vida, seguro…
-Tengo entendido que
Belle estuvo aquí ayer ¿es cierto? – continuaba acercándose
peligrosamente, y Whale retrocediendo de espaldas alrededor de la
camilla.
-B-bueno, sí, vino
para hacerse una revisión…-No sabía bien por qué, pero tenía la
impresión de que el secreto profesional se iba a ir a hacer puñetas
esa mañana.
-¿Y…? – la voz de
Gold sonaba cada vez más exasperada, mala señal.
De repente Whale lo
tuvo todo claro. Ante sus ojos tenía dos únicas opciones, o su vida
o su carrera, ninguna de las dos le importaba un pimiento a aquel
hombre medio enloquecido que tenía delante, pero a él sí. De algún
rincón de su ser, sacó la energía para plantarse delante de Gold y
hablar con energía.
-Yyyyyy…Pues nada,
que está embarazada…aunque no sé porqué tengo la impresión de
que usted ya lo sabía – lo desafió con la mirada, irguiéndose
todo lo largo que era.
Gold se le acercó,
acorralándolo contra una pared, hasta tenerlo frente a frente, a un
dedo de distancia de su rostro.
-¿Hay algo más que
deba saber, Víctor? – sus ojos entrecerrados no daban lugar a
dudas de que estaba al corriente de las intenciones de la muchacha.
-Ella…Bueno, ella…me
hizo una serie de consultas… sobre el embarazo –no le estaba
mintiendo, la verdad.
-¿Sobre el embarazo…o
sobre cómo dejar de estarlo? – su voz sonó en un susurro ahogado,
arrastrando cada palabra, mientras apretaba los dientes y los ojos
despedían fuego.
-B-bueno,
sí…pero…pero…-se apresuró a decir antes de que aquel hombre
le arrancara la cabeza del sitio – pero yo me negué…
Gold lo miró por un
momento, incrédulo, dudando de si lo que le decía sería cierto.
Continuó pegado a él.
-¡Habla! –gritó
sin miramientos.
-Ella venía con las
ideas muy claras de lo que quería, y estaba más interesada en saber
del protocolo para interrumpir el embarazo que en el propio bebé…
-¡Mientes…!- Gold
se le tiró encima, agarrándolo por el cuello, mientras mostraba sus
dientes amenazadoramente.
-¡No miento, lo
juro…! – Habló el doctor con voz ahogada por la presión de la
mano de Gold – Pero escúcheme, sólo escúcheme un momento, por
favor… - Comenzaba a faltarle el aire.
Sin retirar del todo
la mano, Gold aflojó la presión que ejercía en su cuello para
dejarlo hablar.
-Oiga, póngase en su
lugar por un momento. Ha perdido la memoria, no sabe quien es, con un
montón de extraños delante, desorientada, perdida y para colmo de
males, embarazada sin tener ni idea de quién es ella ni de quién es
el padre de la criatura…-parecía que funcionaba, porque cada
palabra que salía de su boca, conseguía que aflojara cada vez más
la presión sobre su cuello.
-Mire, de otra cosa
igual no sé mucho, pero de confusión, sé bastante, y le puedo
asegurar que es un estado realmente angustioso, en el que se actúa a
la desesperada y a veces irreflexivamente. Esto lo sumamos al coctel
de hormonas que tiene ahora mismo corriendo por sus venas debido al
embarazo y da como resultado el comportamiento de Belle.
La confusión se
apoderó de la mirada de Gold mientras sopesaba las palabras del
doctor. Tenían su parte de lógica. Ese hombre estaba realmente
aterrado de lo que le pudiera hacer porque sabía de lo que era
capaz. No lo creía tan estúpido como para sugerirle él mismo lo de
la interrupción del embarazo. Por otro lado, era consciente de lo
que la confusión con la pérdida de memoria. En lo que no había
caído era en el tema hormonal.
- ¿Tanto pueden
trastornar a una persona las hormonas? –Preguntó Gold algo
confuso.
-¡Uf, sí, no se lo
puede ni imaginar! –Whale vio el cielo abierto – Una mujer
embarazada puede cambiar de humor en cuestión de segundos. En un
momento puede estar riendo y al siguiente llorando amargamente porque
se le ha secado la margarita del balcón. Son unos cambios constantes
y muy impredecibles…
-¿Entonces crees que
la actitud que tiene ahora con respecto al bebé puede cambiar? –
Se negaba con todo su alma a hacerse ilusiones, pero un pequeño rayo
de esperanza se abrió paso a través de su mente hasta llegar a su
dolorido corazón.
-Esa es la esperanza
que tengo – por un momento pudo ver un destello de humanidad en
aquel hombre que tenía delante. Jamás lo había viste desde esa
perspectiva, preocupado por otra persona, casi enloquecido de dolor
ante lo que podría significar la perdida de alguien a quien amaba.
Gold dio un paso atrás
con la vista perdida, mientras sopesaba las palabras del doctor, y
Whale vio su oportunidad para continuar explicándose.
-Mientras estuvo
ingresada en el hospital, pudimos convencerla de que cuando lo vio a
usted haciendo magia, había sido todo producto de las drogas y los
sedantes que le administrábamos para calmarla – Whale intentó que
se pusiera en el lugar de la joven-. Mire, nos encontramos ante un
caso totalmente atípico, con varios frentes abiertos, pero tenemos
que ir por prioridades. Ahora mismo lo más importante es el bebé.
-Eso ya está
solucionado –espetó el otro hombre amargamente.
-¿A sí…? – Dijo
Whale confuso –Vale, pues… Ahora lo único que nos queda es
esperar. Yo personalmente, tengo esperanzas de que más adelante, a
medida que el embarazo vaya desarrollándose, la conexión madre-hijo
se vaya fortaleciendo y Belle se vaya encariñando con el bebé,
independientemente de que recuerde al padre… -Cortó su discurso
cuando Gold levantó la mirada abruptamente y la clavó en sus ojos.
Peligro…
-¿Y…que sugieres? –
preguntó Gold escondiéndose detrás de su fachada de frialdad tan
característica.
-Bueno, ni más ni
menos que eso, tiempo… Tiempo y paciencia – Era la segunda
persona en pocos días que le había recomendado que le diera tiempo
a Belle. Recordó las palabras de Rubi.
Por ahora tenía lo
más difícil hecho, que era evitar que dañara al bebé. Ahora tenía
que conseguir recuperarla a ella.
-¿Puedo confiar en
ti, Víctor? –dijo con los ojos entrecerrados.
-Desde luego –sus
palabras eran sinceras…por la cuenta que le traía -, si no lo
creyera realmente, no se lo diría.
-Está bien – se
irguió con determinación -. En unos días vendrá para que le hagas
todas las pruebas necesarias y le expliques… ¡Sin traumatizarla…!-
remarcó esta última parte –todo lo que necesita saber sobre los
cambios que le vendrán con el embarazo.
Se separó del médico,
dirigiéndose a la puerta y dando por terminada la conversación. Con
el picaporte en la mano, se giró y volvió a hablar.
-Y, Víctor… Mete la
pata en esto, y será lo último que hagas en tu vida. ¿Queda
claro?- La mirada asesina que le dedicó a Whale no dejaba lugar a
dudas de lo que le pasaría, pero por hoy se había librado.
Salió por la puerta
como si le hubieran recetado una caja de aspirinas, mientras el
doctor se quedaba temblando ante la última frase que había
pronunciado. Sí, definitivamente tenía que ir a hablar con Rubi, a
ver cómo le hacían para que Belle entrara en razón.
Con las palabras de
Whale resonándole en la cabeza, dejó el libro que tenía entre las
manos y tomó su bastón. Ya era la hora de cerrar y el corazón le
dio un vuelco al pensar que tenía que regresar a su casa y ver a
aquella mujer que le despertaba sentimientos tan encontrados. Ojala
Whale tuviera razón.
Mientras conducía de
camino a su casa recordaba los libros que había estado repasando
aquella tarde y que no le habían servido de mucho. Los libros.
Cuanto le gustaban a Belle los libros.
Una suave sonrisa se
dibujó en sus labios al recordar la primera vez que le enseñó la
biblioteca del Castillo Oscura. La expresión de sorpresa y alegría
que iluminó la cara de la joven jamás podría borrarse de su mente
ni de su corazón. Quizás fuera aquel momento uno de los que
hicieron nacer en él los sentimientos tan arrasadores que más
adelante se convirtieron en el amor más grande que jamás había
sentido por nadie.
Aparcó frente a su
casa y contuvo las ansias infantiles de salir apresuradamente del
coche y entrar a la casa para verla, aunque su pulso no lo podía
controlar tan fácilmente. A quién quería engañar, se conformaba
con tenerla allí, con él, pese a sus miradas de desconfianza… y
sus guisos.
Entró en la casa y le
extrañó no notar el olor de la comida quemada de otros días, “hoy
tocará cruda…” pensó resignado. Colgó el abrigo en el perchero
y se dirigió al salón.
De repente, detuvo su
caminar a la entrada, cuando se percató de la presencia de la joven
en uno de los sillones frente a la chimenea. Se encontraba dormida,
como tantas veces lo había estado entre sus brazos, con aquella
serena expresión en su rostro que tanto había echado de menos.
Lentamente, sin hacer
ruido con su bastón para no despertarla, se aproximó al sillón que
se encontraba frente al que ocupaba ella y se instaló en él,
hipnotizado, sin apartar los ojos de ella. Se conformaba sólo con
eso, con poder mirarla mientras dormía, con el semblante relajado y
sin rastro del miedo que podía percibir en ella cuando estaba
despierta. Esa era su Belle.
Por un momento deseó
poder congelar el tiempo y permanecer por toda la eternidad mirando
la cara de la mujer a la que amaba así, de aquella manera. Recostó
la cabeza contra el respaldo mientras repasaba cada centímetro del
rostro de la joven.
No sabía cuánto
tiempo había estado allí mirándola, completamente absorto, y de
repente, algo perturbó su sueño. Su respiración se volvió
agitada, y la serena expresión de su rostro, se crispó seguramente
por alguna parte del sueño en el que estaba sumida.
Se incorporó nervioso
al ver como la joven parecía estar pasando un mal momento, pero sin
saber realmente lo que hacer. Por una parte, se sentía angustiado al
verla sufrir con su sueño, pero por otra temía despertarla y que su
presencia junto a ella la hiciera gritar como aquella vez en el
hospital, no podría soportarlo de nuevo.
Belle se retorcía
dentro de su sueño, cada vez más alterada, mientras amargas
lágrimas rodaban por sus mejillas y su semblante se contraía.
-¡¿Dónde estás,
maldito…?! No te vayas!
Gold palideció ante
el sufrimiento que se apreciaba en su voz y se levantó de golpe. En
un segundo se arrodilló frente a ella con más expresión de
preocupación en los ojos de la que realmente quería transmitir. De
repente la joven se cubrió la cara con las manos y susurró entre
sollozos
-¡No me alejes de ti
otra vez…!
-¡Margie…!
– Tenía el corazón contraído viéndola sufrir de aquella manera
-¡Margie… vamos despierte, es sólo un sueño…! – sus manos
aferraban los brazos de la joven, firme pero gentilmente, notando los
temblores que la sacudían por el llanto y partiendo su corazón.
¿Qué estaría soñando para tener esa reacción tan violenta?
Belle retiró
confundida las manos de su cara y miró de frente al hombre que tenía
delante. ¡Dios, casi no recordaba lo hermosos que eran sus ojos!
Esos ojos que ahora lo miraban desorientada sin saber dónde estaba.
Contuvo sus ganas de abrazarla y protegerla entre sus brazos, de
arrullarla y decirle que no se preocupara, que él no permitiría que
le ocurriera nada malo… Se moría de ganas de envolverla en un
abrazo diciéndole palabras tranquilizadoras, como a una niña
pequeña.
-¡Hey, vamos, es sólo
un sueño…nada más! – Trató de que su voz sonara lo más
calmada posible, ante su cercanía, mientras le sonreía dulcemente
tratando de trasmitirle calma.
Los ojos de Belle
miraron las manos que aún sujetaban sus brazos, algo confundida.
Gold se dio cuenta de ello y se apresuró a soltarla, asustado,
incorporándose de inmediato. Lo que menos quería en aquel momento
era incomodarla o que se sintiera mal por su contacto.
Un repentino
escalofrío sacudió el cuerpo de la joven, dejando patente su
incomodidad ante los ojos del hombre, que murmuró unas disculpas y
salió de la habitación. ¿Tanto lo repudiaba que hasta le hacía
estremecer?
Un sentimiento de
amargura se apoderó de él mientras iba en busca de una manta para
cubrirla. No podía permitir que notara cuanto le afectaba eso. Abrió
un armario del recibidor y sacó una manta de su interior. La abrazó
contra su pecho con fuerza, como si se tratara de la misma Belle, y
respiró hondo recobrando la compostura. Un segundo después, cruzó
la puerta del salón y extendió la manta sobre ella, teniendo
cuidado de no tocarla.
-¿Se encuentra
mejor?- Dijo Gold sin rastro de expresión en la voz, pero sin poder
evitar que sus ojos traicionaran su preocupación.
-Sí…sí, mucho
mejor, gracias –lo miraba confundida -¿Qué hora es…?- preguntó
sobresaltada -¡Hay, Dios, la cena!
-¡Tranquila, señorita
Hide, no se altere, todo está bien!- Respondió el hombre ante el
sobresalto de la joven - Creo que hoy prepararé yo la cena, si no le
importa.
-¡Ho, no, no…no
puedo permitirlo, es mi trabajo!- Gold notó como el rubor teñía su
rostro.
-No se preocupe –dijo
un poco burlón, intentado quitarle hierro al asunto -, además, será
bueno para los. Mientras tanto, quiero enseñarle algo, señorita
Hide.
Se le había ocurrido
mientras estaba en el coche que quizás podría gustarle aquello,
pero como esta persona era tan distinta a su Belle no sabía si
realmente le agradaría la idea.
Con una señal le
indicó que le siguiera. Sacó un manojo de llaves del bolsillo,
mientras la muchacha lo miraba confusa cuando se pararon frente a la
puerta cerrada.
-La verdad es que esta
habitación ha estado cerrada durante mucho tiempo y quizás necesite
de su intervención en profundidad –dijo Gold abriendo la puerta y
encendiendo la luz de su interior.
No esperaba que su
reacción fuera la misma que la que tuvo en el Castillo Oscuro, al
fin y al cabo, ella tampoco era la misma.
La joven entro en la
biblioteca, girando sobre sí misma y repasando la habitación de
arriba abajo, con la boca abierta.
Parecía más
asombrada que ilusionada, y en su mirada había algo que no podía
identificar… ¿Esperanza…? No, eso no era. Estaba equivocado.
-¿Le gusta? –Preguntó
Gold con voz suave, casi un susurro detrás de ella, viéndola
asentir con la cabeza - Pues mientras esté aquí, es toda suya…
Notó como todo el
cuerpo de la muchacha se tensaba, aunque estuviera de espaldas a él,
e interpretó que rechazaba su cercanía. Sus ojos se oscurecieron
recordando los temblores de la joven momentos antes cuando despertó
de su sueño, sin duda su presencia no era grata para ella.
-Cenaremos
aproximadamente en media hora, mientras tanto, puede echar un vistazo
a mi colección, hay ejemplares realmente interesantes – dijo dando
un paso hacia atrás, girando rápidamente sobre sí mismo y
dirigiéndose a la cocina con el corazón encogido.
Qué estúpido había
sido al creer que esa sería la fórmula para despertar algo en ella,
se dijo mientras se preparaba para hacer la cena.
¡Por favor! Me ha encantado. ^^ Me ha gustado ver los dos puntos de vista ante la misma situación. ¡Con ganas de más! #Rumbelle4ever :)
ResponderEliminarMuchas Gracias, Kahlan, Me alegra que te haya gustado, pese a ser un poco lioso el tema del sueño de Belle...;D;D;D
EliminarEl poner los puntos de Vista de los Dos es porque cada Uno Viene Condicionado por lo que Cree que piensa el otro, pero Quería que se vieran los dos puntos de Vista Distintos...;D;D;D
Muchas Gracias Por Tus palabras, Dearie XXXxxxx ¡¡ #Rumbelle 4ever...;D;D;D!!
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Eliminaraaaa. genial, pero siempre soy el enanito gruñon, asi que empezemos....
ResponderEliminarprimero, me confundio el Dejavu, debo releerla para arreglar cosas en mi mente...
segundo, jua jua jua... me encanto el Wale retador, y tu estilo al decir que a "ese hombre no le importaria un pimiento" jua jua jua
la puerta que no se abre me recordo a un cuento del cual no recuerdo el nombre, pero en el cual estaban las esposas muertas del hombre, jua jua jua, me alegra que no fuera asi, pues no me imagino a marge viendo a Milha colgada cual trofeo....
me mataste con lo de marge la mala cocinera, que si no ere quemada era cruda, jua jua jua
ademas el "rumple alquimusta", y que gold le dijera a wale victor arreglo las cosas de sobbremanera...
que wale y ruby se reunan...(frankywolf), jua jua jua, no quisiera que belle cocinara en mi casa ajajaj...
ya me imagino la expresion:
-Mr gold, ¿hay algo mal en su comida?-
-no, esta ...aaaaa... ¿es comida?
ahora, me sigue faltando FTL, sin embargo, con esa breve alucinacion me reyenaste el hueco, n_n
y se empieza a arreglar la falta de ruby en la ecuacion...
y termino con un "FELICIDADES"
PD: rellei las cosas y me sigue confundiendo el dejavu, quiza fue una equivocacion tuya...
Muchas Gracias, Bloggero...Por Tus Felicitaciones, y En lo Que Pueda te iré Aclarando Tus Dudas...;D;D;D
Eliminar- El Deja Vu Vendría a Ser Por Partida Triple, Es Decir, En Su Día Fue Lo Que le Ocurrió En El Castillo Oscuro (Que Rumple Venía Recordándolo En El Coche...o.O), Luego Lo Soñó Ella... Y Luego Le Volvió a pasar En la Biblioteca de Casa De Gold. Si Sigue Sin Quedarte Clero Así, Coméntamelo y Trataré de Aclarártelo Más Sin Spoilearte Mucho...;D;D;D
- Tanto Rubi Como Whale Continúan Siendo Personajes de Apoyo, Es Decir, Están Dentro de la Trama, Pero No Tienen Una Especial Relevancia En Ella...;D ¡Pero Al menos Mantienen El Contacto, Qué Ya Es Más De lo Que Sabemos de OUAT…;D!
- No Te Quejes, Que Aunque la Comida Estuviera Mala De C----es, Rumple se la Comía Sin Rechistar...¡¡Eso Es Amor, y Lo Demás Son Cuentos...;D;D;D!!
- FTL Tiene Su Importancia, Pero No Tanto Como Te Crees en Este Relato...¡Keep Tuned! ;D;D;D
Me Alegro De Que Te Haya Gustado, y Si Sigues Con Dudas, Házmelo Saber, Dearie XXXXxxxx
P.D.- ¡No Ha Sido Tan Gruñon Esta Vez El Enanito...;D! ¡¡Bieeeennnn...;D!!
bien, dejavu o no, me sigue confundiendo, ¿si sabes de cual cuento te estoy hablando?, ¿belle siempre fue mala cocinera?, ¿veremos mas de wale?, ¿belle soñara mas con su pasado?, ¿recuperara su memoria?, ¿se rompera con un beso?, ¿aparecera chip?, ¿hay una relacion entre wale y ruby?, ¿nos traeras de vuelta la escena de la rosa?, ¿habra algun baile entre gold y belle?, ¿hasta donde llegara la locura de belle?, ¿disfrutas dejandonos con tus keep tuned's?, ¿habra algun cliff-hanger?, ¿por que no usas google plus?, ¿ya viste mi imagen de el arbol genealogico de once?, ¿por que hago tantas preguntas?, ¿marge cocina solo pasta?, ¿el libro de recetas si es bueno?, ¿disfrutaron la comida china?, ¿va a haber algun cameo en algun momento?, ¿continuo?
Eliminar¡Jua, Jua, Jua...Desde Luego, Bloggero..., Qué Poca Paciencia Tienes, Ya Me Recuerdas a Los Que Bombardean a Horowitz Vía Twitter Queriendo Saber más De La Serie Cuando No Toca...:D:D:D:D:D!
EliminarEl G+ Apenas Lo Gasto Porque Entre Otras Cosas No Sé Cómo Hacerlo, Así Que Voy Muy Poco a Poco, y De Cuando en Cuando Hasta meto La Pata y Todo...:´´´( Aparte De Que no Soy Nada de Redes Sociales...:P
La Relación Entre Whale y Rubi es más Bien Amistosa, Que Aunque me Encanta Esa Pareja, Este Hombre Es Muy Lanzado y Necesita a Alguien Que le Pare Los Pies...;P
Belle No Está LOCA, Está Amnésica y Con Un "Bonito" Coctail De Hormonas Debido a Su Embarazo...¡ Le Regalo Esa Situación a Cualquiera, Sabes...:P?!
Keep Tuned...Keep Tuned...YYYyyyyy...Keep Tuned...;D;D;D
P.D.- Vuélvetelo a Leer Con Calma, a Ver Si se Te Desenreda el Deja Vu...Pero Ten En Cuenta Que Es Una mezcla de "Algo Ya Vivido" y Un Sueño de Margie...O.O
y un recuerdo del brujo de los bastones, lo se, pero trata de contestar y menos keep tuned please T_T...
Eliminarlee pregunta por pregunta y resondela aunque sea poco canonica, vale, te divertiras... ademas, sera interesante n_n
pd: me ayudas a recordar el cuento de la puerta que esta prohibida y eso
EliminarBueno, En Realidad Te He Contestado a Todo Lo Que He Podido Sin Cargarme El Resto de La Historia, Así Que Si Te Da Repelús el "Keep Tuned" de Horowitz, Pues Provemos con el "#NoSpoilers", a Ver Qué Tal...;D;D;D
EliminarEn Cuanto al "Cuento de la Puerta Prohibida", No Caigo en Cual Puede Ser, Pero Cuando Te Acuerdes Dilo, Vale...?;D;D;D
ya recuerdo, es el de barbaroja creo, la base el libro es que una mujer va a vivir con el, y este tiene muuuchas puertas en su casa, (castillo), y este le dio a ella un llavero con todas las llaves, entonces le dice que todo lo que este aqui y en cada puerta es de ella, solo con una condicion, que no habra la puerta que se abre con la llave de la calavera, entonces esta muerta de curiosidad abre dichosa puerta cuando el no esta, asi que ve que todas las ex-esposas del hombre estan muertas colgadas en la pared, asi que aterrada sale, al salir se encuentra con que la llave sangra, y que por mas que intente no para de sangrar, asi que cuando este le pide la llave se da cuenta que ella abrio la puerta, entonses zacate que este la ataca para colgarla como a las demas, pero alguien la salva y colorin colorado....
Eliminarpd, ¿como la pregunta de si disfrutaron la comida china estaria cargada de Spoilers?
EliminarPues no Me sonaba la historia de Barba Roja, Pero Tiene Muy Buena Pinta, Así Como La Cuentas...;D;D;D
EliminarEn Cuanto a La Comida China...¡¡Es Que Tiene un Ingrediente Especial Que Va a Hacer Que Recupere La Memoria...:O ;P!! ¡¡¡UPS, YA ME LO HAS SONSACAO...O.O ;P;P;P!!! ( Es Broma...;P) Si No Sale Nada Más Es Porque NO Es Relevante, Dearie, Por Eso Te Digo Que Sigas Leyendo...;D;D;D
y eso que estube apurando el final, pues hay varias cosas en ese cuento...
EliminarPD: en la google plus te he etiquetado, es para que vieras :P
Ya lo he visto, por fin...;D Gracias, Lo estudiaré con Detenimiento...;D;D;D
Eliminarok, ya se, cai en cuenta que me falta la familia darling
EliminarEl cuento es el de Barbazul, de Charles Perrault. Creo que es una fábula contra el exceso de curiosidad, como la historia de Pandora y la caja o la de Cupido&Psique. No es un cuento tan conocido porque dejaron de contarlo pronto, ya que era muy cruento. La figura de Barbazul está basada en Gilles de Rais, un noble francés.
Eliminara si, n_n no es barbroja jajaj, es barbaazul, y si, el final es cruento...
Eliminarpd, en el primer comentario esta el link para verlo mejor ;)
EliminarEstos capítulos han sido muy interesantes, dearie :). Estoy de acuerdo con Kahlan en que está muy bien eso de poner ambos puntos de vista respecto a la situación. Me gusta el paralelismo (quizás debería decir "vuelta a los orígenes") entre la situación actual entre ellos y la que tenían en FTL. La única cosa que no me ha gustado - y que conste que no es una crítica, soy yo, que soy muy mía - es cuando Gold le ha dicho a Belle/Margie lo de que mire y aprenda porque tiene que hacer las cosas como a él le gustan, que yo comprendo que es su casa y que viviendo solo el hombre tendrá sus manías (y más Gold. Hace bien en exponérselas a ella si van a convivir juntos y éstas afectan a su estancia en la casa) pero su actitud ha sido muy dominante, a mi parecer, y la de Belle muy sumisa diciéndole que si mientras no se atreve ni a mirarle por miedo (comprendo como se siente, ya te digo que no es una crítica. Cualquiera no se siente intimidado con Gold, la propia Belle se sentía así al principio de vivir con él en FTL y era algo absolutamente lógico y normal, por sus circunstancias y por la fama/actitud de él... vamos, más o menos como ahora). Personalmente, tengo un problema con las personas dominantes - igual que lo tengo con las arrogantes y las cerradas de mente - y soy sensible a esas cosas, que me hacen sacar las uñas instintivamente. Yo estando en el lugar de Belle, aunque fuera de forma respetuosa, le habría dejado claro a Gold que no me gusta ser tratada de ese modo, por lo menos para que lo supiera... por lo demás todo genial. Estoy deseando ver el desenlace, a ver como se arreglan las cosas. Si no recuerdo mal, creo que este fic solo tiene 11 capítulos, ¿no? Si es así, ya estamos cerca del final, muahahaha ;).
ResponderEliminarPD: Pobre Whale, que cague ={. Muy bueno el Gold cabreado, que poco más y se come de un bocado al médico y al pobre paciente. Me ha recordado mucho al propio Bobby cuando acorrala a Whale, porque Bobby, con lo chiquitito que es, cuando en alguna escena intimida a alguien tiende mucho a hacer eso, a tratar de intimidar usando el cuerpo y la actitud y lo consigue muy bien, aún cuando no es ningún armario empotrao, ni de buenas a primeras intimidaría a nadie.
¡¡Ayyy...María, Ese Era Exactamente el Mensaje Que Trataba de Transmitir, Dearie...;D;D;D!!
EliminarSi Bien Gold Había Conseguido que Margie se Fuera a Vivir Bajo Su Techo, Él Llevaba un Cabreo Del Copón (Recuerda que era la Primera Noche que Pasaba en su Casa Después de Haberle Dicho que se Quería Cargar a Su Hijo Unas Horas Antes, y Él NO Estaba Para Muchas Lindezas...;P) y quería Mantener Las Distancias Con Ella...¡Hasta Que Al Día Siguiente se Fue a Hablar Con Whale y Le Hizo Comprender Un Poco Mejor La Actitud de La Moza…! Y Aun Así Él No Podía Evitar Compadecerse de Ella y NO La Apretó Demasiado, Tan Sólo Fue Desagradable Para mantenerla a Distancia de Él Por Lo Mucho Que Le Dolía Su Presencia Sin SER ELLA...:´´´(
Si Bien La Sumisión de Belle-Margie Se Debía Al Terror Que le Tenía a Ese Hombre y La Extraña Situación En la Que Se Hallaba, El Hambre Canina Que Tenía Encima Tampoco Ayudaba a Sacar El Carácter…;P Era un Poco Como Diciendo “¡Sí, Sí… Dime Lo Que Quieras Pero Termina Ya Que Me Muero Por Hincarle el Diente a Los Espaguettis…;P!”
El Momento Whale, Fue Un Poco “Momento August” Contra El Tronco, Que me Encantó Esa Escena…;D;D;D
Me Alegra Que También Te Hayan Gustado, Dearie, y Eso Que Son Un Poco Complicaditos por Eso De ir Entrelazándolos y Tal…;D Muchos Besotes, Dearie XXXXxxxx
P.D.- En Un Principio Tenía 11 Capítulos, Pero Cuando Llegues Al 11 Me Cuentas Si Valía La Pena Dejarlo Así o Continuarlo 3 Más…;D;D;D
por favor, eso es hambre no amor, que asi hasta yo me como los espaguetis esos n_n
EliminarHombre, bloggero, se supone que Gold es buen cocinero (no como Margie) así que, ¿quien no iba a comerse esos espaguetis? Yo la primera, con lo que me encanta la pasta.
EliminarAlí, ¿cual era el mensaje? Claro, entiendo la actitud de Gold y que no era precisamente el momento para ponerse dulce con ella (se llega a poner meloso en plan Dark One y no sé si Margie sale corriendo o le da por comérselo a él en vez de a los espaguetis, jajaja). Aparte que Gold cuando quiere puede ser antipático a más no poder y si está enfadado ya ni hablemos (eso me recuerda a una frase de una cancion de carnaval de una chirigota de los 90, iban de marujas y la canción estaba dedicada al marido y la frase decía "cuando está de buenas es un peacito de pan y cuando se enfada... es un peazo siezo". Desde que conozco a Rumple, esa frase siempre me lo recuerda).
Sospecho que te encanta cuando Gold se pone en plan badass. Aunque admito que August se lo ganó, después de haberlo engañado de semejante manera para robarle la daga y tratar de controlarle. La gente no aprende, que manía con tocarle al niño, ¿no ven lo agresivo que se pone ;)?
PD: Ya te diré cuando lo lea.
me refiero a las pastas de margie, por mas enamorado que este de belle no las comeria jajaj
EliminarA Ver, Por Partes...;D;D;D
EliminarMaría, Dearie, Si Retomamos la Historia Por Donde La Dejamos, Veremos Que Gold Se Quedó en Su Tienda Amargado Perdido Pensando Que Acababa de Salvarle la Vida a Su Hijo, "Por Los Pelos", y Que Por Mucho que Mirara a Aquella Mujer, No Veía a SU BELLE, y "...La Odiaba Por Ello, Por Lo Que Le Había Robado...", y Por Eso Estaba En Plan Desagradable Con Ella, ¡Vamos, En Plan “Bestia”...;D;D;D!
Personalmente Creo Que La Mejor Parte de Rumple es Cuando Se Pone "Badass", Que Por Muy Chiquitín que Sea Se Come a Cualquiera que se Le Ponga Delante...>:D ¡¡Todavía Estoy Disfrutando de la Super-Tunda que le Arrimó a Hook En su Barco Con El "¡¡No-jo-jo...No Magic...!!", Que Cada Vez Que Veo Esa Escena Pienso "¡Madre Mía, Que Agilidad Tiene Este Hombre, Por Dios...MUAHAHAHAHAHA...>:D!", Que Claro, Luego Los Momentos Románticos Se Disfrutan El Doble…*-* ^_^ *-*
Bloggero..., Vuélvetelo a Leer, Que Yo No He Dicho Que Margie Cocinara Pasta...¡Gold Le Dejó Un Libro de Cocina, y Aun Así Los Resultados Eran De Pena...:P! Pero Si Realmente Gold la Hubiera Querido Machacar, Le Hubiera Tirado en Cara Que NO Le preparara el Desayuno Por las Mañanas y/o que se le Quemara La Comida, Pero se la Comía Así y Todo Para Que Ella NO se Sintiera Mal, A Nadie Le Gusta Que Le Restrieguen por Los Morros Que Hace mal Su Trabajo, y menos a Alguien Tan Sensible Como Una Embarazada, Te Lo Aseguro...;D;D;D ¡Y SÍ, Te Sorprendería Saber Lo Que Se Come Una Persona Enamorada Por No Ofender al Ser Amado...;D;D;D!
jajaja tranqui, que con hambre se come todo, y supongo que el amor y el no querer descepcionar a una embarazada pueden mas... pero si siguen asi a rumple no lo mata pan sino una intoxicación, por culpa de la comida de marge...
Eliminaren cuanto arumple, vale que ese momento "no magia" me encanto, y hook ahi como borrego indefenso recibiendo bastonazos, pero luego viene este muy $%&$% y le dispara a mi belle T_T.. en ese momento hubiese querido ser yo el que le daba bastonazos, y no habia belle que me detuviese...
en cuanto al rumple badass jajaj pues aun me esta sonando esa linea de la salsade tomate en su cita con belle... que por mas que otros lo digan no tendra esa chispan tan de el...
PD: en Google plus te etiquete en una imagen, de un arbol genealogico que yo hize, lo hice muuuy completo
EliminarMuy Bueno Dearie!! FELICITACIONES!!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo de los dos puntos de vista sobre la misma situación que comentan los demas, creo que una vez te lo comente, que me gusta en una trama que se vea tambien los sentimientos o lo que piense cada uno, porque pierde mucho cuando es uno solo, como en Harry Potter por ejemplo para mi perdia muchas cosas porque era sumamente subjetivo y no sabia que pensaban sus amigos.
Lo que vos haces para mi enriquece la trama.
Bueno yo con lo de la comida no me meto jjaja
Besos Dearie!!
¡Muchas Gracias, Lourdes, Me Animas un Montón, Dearie...;D;D;D!
EliminarEn Cuanto a Lo De Los Dos Puntos De Vista, Sé Que Es Un Poco Lioso, y Más Si Vemos Que Están Entre los Recuerdos De Una Semana Atrás y Luego Se Enredan Con El Sueño de Belle-Margie, Pero Espero Que lo Que Quería Transmitir Se Haya Entendido Más o Menos Bien...o.O ;D;D;D
En Cuanto a Lo De La Comida, Que Parece Que Ha Sido Bastante Traumático, Es Algo Que Siempre Me Pregunté Desde que Vi El 1x12, Como Una "Niña Noble" Que NO Ha Tocado Un Cazo En Su Vida le Prepararía Las Comidas al Dark One...o.O ¡Qué Claro, La Ves Que Lo Llevaba a Base de Tecitos y Poco Más...Con Razón Estaba Así de Delgado El Hombre y Se Metía en Esos Pantalones de Cuero...>:D! Y Luego Nos La Sacan Barriendo Con Esas Trazas en el 2x19, y Dices “Nena, Las Labores Domésticas No Son Lo Tuyo…;P;P;P ”
Muchas Gracias Por Tus Palabras, Dearie, Besotes XXXXxxxx
Ya sabía yo que no tendría que empezar a leer hasta que estuviera acabado!!!!!!!!! Qué hago ahora hasta la siguiente actualización?????????? Me has enganchando y has hecho que me recorra ese hormigueo de cuando me topo con un fan fic que "da en el clavo". Ya lo han dicho antes, pero lo repito, me gusta mucho ese paralelismo con la situación que vivieron en FTL y también con la historia de Disney de la Bella y la Bestia (con esas zonas prohibidas que también a mí me recordaron al cuento de BarbaAzul). Me gustaría mucho leer a un Gold de furia desatada porque Belle haya entrado en la única zona prohibida que queda (porque la otra se la acaba de "regalar"). Confieso que soy muy de fanfic NC-17, así que también me gustaría que hubiera algún pasaje con estos dos en plan angst-angst-ANGS y luego pasión desatada. Aunque me temo que no van a ir por ahñi los tiros, no????? Felicidades!!!!!! Te sigo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar¡Kyra, Me Alegra Que Te Haya Enganchado y Que Te Guste, Dearie...;D;D;D!
EliminarEn Cuanto Al Resto...Bueno, Espero Que También Te Guste Es Próximo Capítulo...;D;D;D Y La Verdad Es Que Yo Para Escribir Determinadas Escenas NO Valgo, Pero Como He Comentado En Alguna Ocasión, Cuando lo Estaba Escribiendo Lo Hacía Más Que Nada Para Dos Amigas, Y Ellas me Iban Pinchando Para Que Metiera Alguna Escenaaaa...Digamos, "Con Más Sustancia"...;P ¡El Problema Es Que Yo Para Esas Cosas Soy Muuuuyyyyyy Vergonzosa, Así Que...o.O ;P!
Bueno, Que Espero Que Te Sigan Gustando Los Siguientes Capítulos, Dearie, Muchos Besotes XXXxxxx
Alí, que gran fic, me encanto como la desarrollaste y no te preocupes que se entiende muy bien. Lo lei un dia de estos como a las 9:30 de la noche y aunque ya tenia sueño no podia dejar de leerla.
ResponderEliminarMe dio mucha risa el tema de la comida, pobre Rumple todo triste:"Toco cruda". Jajaja muchas gracias Alí XD
¡Becky, Muchas Gracias Ti Por Leerlo y Por Tus Palabras Tan Amables...;D;D;D!
EliminarLa Verdad Es Que Si Se Lee Todo De Tirón Se le Encuentra Más Sentido, Porque Prácticamente Lo Escribí Así, Todo De Tirón...;D En Cuanto Al Tema De Las Comidas...¡¡Es Pa Que Veáis Cuanto Quiere Gold a Belle XD, Que se Come Lo Que le Ponga Delante... Y Lo Mejor Es Que Ella Se Da Cuenta, Así Que También Gold Se Está Ganando Mini-Puntos Con Eso Je, Je...;D;D;D!!
Gracias De Nuevo Por Tus Palabras, Dearie, Y Besotes XXXXxxxx