Review del 2x15: The Queen is Dead

The Queen is Dead ha sido un gran capítulo más bien centrado en el pasado, en el que descubrimos el por qué de algunos sucesos, y nos dan las pistas para que descubramos los que todavía están por llegar. Repasa en la review los mejores y más conmovedores momentos de este dramático episodio.

La reina ha muerto, viva la reina:

El capítulo da comienzo con una joven Snow, que prepara ilusionada junto a su madre la celebración del día de su cumpleaños, que será a su vez su coronación como princesa. Aunque por tal y como la conocemos pueda parecernos mentira, en aquel entonces Snow tenía como futura princesa una opinión bastante feudal sobre la realeza y el resto de la sociedad, pero su bondadosa madre estuvo a su lado para mostrarle que todas las personas son iguales ya sean reyes o sirvientes. Por desgracia, los momentos de felicidad no duran demasiado en su familia, ya que su madre cae enferma sin que el médico de palacio pueda hacer demasiado para ayudar. Es entonces cuando la pequeña Snow consulta a Johanna, la criada más apegada a la familia, que le dice que quizás la magia sea capaz de hacer lo que la medicina no puede por su madre, dirigiéndola al lugar más claro del bosque en busca del Hada Azul, para que pueda pedirle ayuda. Pero cuando se encuentra con la poderosa hada, ésta le dice que esquivar a la muerte es algo que está más allá de sus capacidades, por lo que tendrá que recurrir a la magia negra para que pueda mantenerse el equilibrio del mundo, ya que para que una vida sea salvada, otra ha de perecer. A continuación, le entrega una vela capaz de sacrificar una vida a su elección, a cambio de salvar la de su madre, pero como Snow no es capaz de usarla, su madre muere dejándola sola el día de su cumpleaños para que muestre su fortaleza ante el reino.

Capaz de resistir el invierno más duro:

 

En Storybrooke ha llegado un día señalado, el cumpleaños de Snow, que Charming trata de endulzarle aunque ésta, tras lo ocurrido con su madre, no tenga ningún interés en celebrarlo. Entonces Snow ve que sobre la mesa hay un regalo, y antes de que pueda echarle la culpa a David, él le dice que lo dejó en la puerta alguien que opina que sí debería celebrar su cumpleaños. Dentro de la caja se encuentra la preciada tiara que ella lució el día de su cumpleaños, junto a una nota de felicitación de la, hasta ahora, desaparecida Johanna. Snow no duda en ir en su busca y la encuentra cuidando un precioso jardín de flores blancas que ha sembrado en honor a su madre. Pero el feliz reencuentro no durará mucho, porque Cora y Regina utilizan el corazón de Johanna como moneda de cambio por la daga de Rumpel y es en esta reunión donde minutos después de un intento de negociación, Snow descubre que no fue el Hada Azul sino Cora que, transfigurada en ella, envenenó a su madre y le dio la daga... pero no hay tiempo para saldar cuentas pasadas porque Regina cada vez oprime más el corazón de la criada, que ya no aguantará mucho, y Snow toma la decisión correcta una vez más segundos después de que Cora le recuerde el parecer de su difunta madre, a quien recordemos que Cora juró destruir su legado volviendo negro como el carbón el corazón de Snow, por lo que decide rentabilizar al máximo el encuentro haciendo que la criada atraviese la ventana. Lo sucedido y la muerte de Johanna hacen que se tambaleen los principios de Snow, a quien no le importa ya la justicia porque seguir la senda correcta le ha salido demasiado caro, ahora la princesa clama por venganza y pretende matar a Cora.

Padres, hijos y abuelos:

Mientras tanto en Nueva York, Neal intenta forjar una buena relación con Henry llevándole a comer pizza en su primera comida como padre e hijo. Emma y Gold les esperan en la puerta del local intentando darse esperanzas mutuas en una curiosa conversación por deducir quién ha metido más la pata en menos tiempo, o cuál tiene más posibilidades de arreglar las cosas antes con su hijo, charla que finaliza Henry con una nueva puya esta vez hacia su madre biológica, a quien le dice que la pizza de Nueva York es deliciosa porque tiene mucho queso y no miente. Un rato después, Emma se encuentra con Rumpel en el portal de la casa de Neal, que ha ido a coger la cámara con Henry para llevarle al museo. Entonces aparece Hook, que ha recuperado su garfio del despacho del sheriff gracias al truco de la moneda y deja a Emma fuera de combate, para después clavarle el garfio a su archienemigo en el pecho mientras pronuncia su vengativo discurso, menos mal que Emma tiene el sueño ligero y se despierta antes de que le mate. Cuando Bae llega y le cuentan lo ocurrido, da señales de preocupación por su padre por primera vez. Rumpel dice que Hook ha envenenado el garfio con un veneno propio cuyo antídoto no puede encontrarse en una tierra sin magia, por lo que tendrán que tomar prestado su barco para volver a Storybrooke lo antes posible. En medio de la confusión Gold pierde los nervios ante la preocupación de Henry y le culpa de todo lo ocurrido por haberle llevado hasta allí, parece que después de todo no pierde de vista la profecía de Seer. Finalmente Neal le confiesa a Emma que está prometido cuando Tamara se presenta repentinamente frente al coche que les llevará al puerto.

Fragmentos del pasado:

Ahora que se sabe de lo que Cora fue capaz de organizar con tal de que su hija se convirtiera en reina, Regina se niega a pensar que su encuentro con Snow el día en que la salvó fuese casual, y tiene toda la razón, porque nuevamente fue Cora quien lo planeó todo, asegurándose de que el caballo de la pequeña Snow se desbocase y de que Regina estuviese en las cuadras para verlo, de esta forma el Rey Leopold descansaría de su travesía en el palacio y ya se encargaría ella de que viese como su futura esposa a la mujer que fue capaz de salvar la vida de su hija. Es entonces cuando cae en la cuenta de que su madre ya ha conseguido todo lo que se proponía, ¿por qué necesita entonces la daga del Oscuro?, según dice pretende utilizarla para acabar con los Charming pero, ahora que Snow y David saben que han conseguido la daga, no podrán ordenarle matar a la familia sin que Henry se entere. Parece que después de lo ciega que ha parecido estar durante tantos capítulos, Regina comienza a desconfiar de Cora, porque tal y como dice ella, al final no es el mal o el bien los que ganan, sino el poder, al fin y al cabo ha comprendido que las intenciones de su madre no tienen por qué ser las mismas que las suyas.